WASHINGTON.- El presidente Barack Obama expresó el sábado sus condolencias a los familiares y seres queridos de los empleados de Naciones Unidas que fueron asesinados en la ciudad septentrional afgana de Mazar-i-Sharif, a manos de manifestantes enfurecidos por la quema de un ejemplar del Corán en Florida.
Obama dijo que la profanación del Corán “es un acto de extrema intolerancia y discriminación”.
Pero añadió que ello no justifica el atacar y matar a personas inocentes, un hecho que calificó de "indignante y de una afrenta a la decencia y a la dignidad humana”.
Once personas murieron el viernes, incluidos siete empleados extranjeros de la ONU. Y los afganos realizaron el sábado más disturbios, matando a nueve personas en Kandahar y dejando a más de 80 lesionadas.
Obama dijo en un comunicado que ninguna religión tolera "el asesinato y la decapitación de gente inocente". Añadió que éste es un momento de recordar la condición humana que todos tienen en común.