El primer ministro Yusuf Razá Guilani calificó de ''cobarde'' la acción cometida esta mañana y de inmediato ordenó una investigación.
EFE
ISLAMABAD.- Al menos 50 personas murieron hoy y 110 resultaron heridas en un doble ataque suicida contra un santuario sufí en el centro de Pakistán, informó a EFE una fuente policial.
Dos suicidas penetraron en el templo de Sakhi Sarwar, dedicado al santo sufí del mismo nombre y situado cerca de la localidad de Multán, en la provincia oriental de Punyab, e hicieron estallar el chaleco explosivo que portaban.
Miles de devotos habían acudido al recinto para honrar al santo, en el seno de un tradicional festival anual de tres días de duración, cuanto tuvo lugar el ataque terrorista.
La fuente policial consultada por EFE explicó que uno de los terroristas irrumpió en el santuario por una puerta trasera y añadió que un tercero que también quería atacar el templo fue arrestado por las fuerzas de seguridad antes de hacerlo.
Las tareas de rescate se han visto dificultadas por la falta de ambulancias disponibles y la estrechez de las calles de la zona donde se encuentra la mezquita, junto a la cual los devotos protagonizaron una protesta tras las explosiones.
El atentado ha sido condenado por el primer ministro de Pakistán, Yusuf Razá Guilani, quien en un comunicado lo calificó de "cobarde", ordenó la apertura de una investigación y prometió eliminar la "amenaza" del terrorismo "inmediatamente".
Las organizaciones integristas suníes y el movimiento talibán paquistaní han golpeado en varias ocasiones a congregaciones sufíes, que buscan una interpretación mística del islam alejada del rigorismo islámico.
Uno de los atentados más sangrientos contra el sufismo, que aglutina a muchos fieles chiies, fue el perpetrado contra el bello y popular santuario de Data Darbar, en la ciudad de Lahore -capital de Punyab-, que dejó medio centenar de muertos en julio de 2010.
Según un estudio del Instituto de Pakistán para Estudios de Paz (PIPS), en 2010 se registraron un total de 2.113 ataques insurgentes, terroristas o de corte sectario, que acabaron con la vida de 2.913 personas y dejaron heridas a otras 5.824.