VARSOVIA.- Polonia conmemoró el domingo con oraciones y otras ceremonias el primer aniversario del accidente aéreo en el que murió el entonces presidente Lech Kaczynski y numerosos dirigentes civiles y militares.
La tragedia generó una división social y política en el país que volvió a aflorar en el evento. Durante una manifestación hubo reclamos al gobierno polaco y a Rusia por la investigación del caso, que tacharon de viciada.
Las campanas de muchos templos sonaron en varios lugares de Polonia justo en el momento en que hace un año atrás se estrellase el avión cerca del aeropuerto de Smolensk, en el oeste de Rusia y muriesen sus 96 ocupantes.
Iglesias y cementerios lucían saturados de personas, mientras una amplia multitud con banderas polacas se congregó frente al palacio presidencial, donde Kaczynski y su esposa, María, vivieron hasta su muerte trágica.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, el presidente Bronislaw Komorowski y otros políticos honraron a las víctimas en un templo militar y en el cementerio de Powazki, pero el mellizo de Kaczynski, Jaroslaw, boicoteó los actos oficiales y conmemoró el aniversario en otras ceremonias.
Lech Kaczynski y muchos otros de los fallecidos pertenecían al partido conservador nacionalista Ley y Justicia, que ahora encabeza Jaroslaw Kaczynski. Este sector acusa al gobierno de Tusk de entregar los intereses de Polonia al permitir que Rusia dirigiera la investigación principal.
A principios de año, los investigadores rusos concluyeron que Polonia tuvo toda la responsabilidad por el accidente, lo cual desató indignación en el país.
