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Santiago: Miércoles 29 de enero del 2025 | Actualizado 19:47
NUEVA YORK.- El Consejo de Seguridad de la ONU condenó hoy "en los términos más enérgicos posibles" el "aparente" ataque terrorista ocurrido el lunes en el metro de Minsk y reafirmó su determinación de combatir "todas las formas de terrorismo".
Los miembros del máximo órgano internacional de seguridad emitieron un comunicado en el que manifestaron su condena unánime al atentado y en el que transmitieron sus condolencias a las víctimas ocasionadas por un acto que tildaron de "atroz", así como al pueblo y el Gobierno de Bielorrusia.
"Los miembros del Consejo de Seguridad reafirman que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más graves a la paz y la seguridad internacionales, y que cualquier acto de terrorismo es vergonzoso e injustificable sea cual sea su motivación", asegura el texto.
El órgano de la ONU, presidido este mes por Colombia, reiteró su "determinación de combatir todas las formas de terrorismo de acuerdo con las responsabilidades establecidas en la Carta de Naciones Unidas".
Además recordó a los Estados miembros que las medidas que utilicen para luchar contra el terrorismo deben cumplir "con sus obligaciones bajo las leyes internacionales", especialmente las humanitarias y de refugiados, así como las que protegen los derechos humanos.
Las autoridades bielorrusas anunciaron hoy la detención de los tres responsables del atentado que dejó el lunes 12 muertos y casi 200 heridos en la céntrica estación de metro Oktiábrskaya de la capital del país.
Según explicaron las autoridades, se trata de tres personas que ya reconocieron su implicación en los hechos del lunes y también en otros dos atentados, los cometidos en el Día de la Independencia en 2008 y en la ciudad de Vítebsk en 2005.
La investigación señaló que la bomba que estalló en hora punta en la céntrica estación era de una potencia equivalente a al menos 3 kilogramos de trilita, contenía metralla, como bolas de acero, trozos de metal y clavos, y buscaba causar el mayor daño posible.
El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, fue el encargado de anunciar su detención y aseguró que "los culpables deben recibir el más severo de los castigos".
Lukashenko, considerado el último dictador de Europa, no descartó que los autores de la explosión tuvieran cómplices o hubieran actuado por encargo, por lo que ordenó interrogar a las principales figuras de la oposición democrática de Bielorrusia, el único país europeo que aún aplica la pena de muerte.
El líder bielorruso criticó además el hecho de que, cuando en Minsk "ocurrió una tragedia, nuestros llamados socios europeos en Estrasburgo hablan sobre derechos humanos. Y nuestros aborígenes (opositores) piden la imposición de sanciones".
