BEIJING.- Dos de los abogados chinos de derechos humanos que fueron detenidos en febrero tras llamadas anónimas a la "revolución jazmín", una emulación de las protestas que se registran en África y Oriente Medio, fueron liberados.
El abogado Jiang Tianyong, sin conexiones aparentes con las mencionadas protestas, regresó a su domicilio en Beijing ayer, después de dos meses de "desaparición", según informó su esposa, Jin Bianling, a la ONG Chinese Human Rights Defenders (CHRD).
"Está más delgado que antes, pero parece estar bien de salud y de ánimo", señaló Jin a este grupo.
La liberación de Jiang se produce después de que el Gobierno estadounidense interviniera por él y por otras decenas de disidentes políticos arrestados en su diálogo bilateral con China, agregó CHRD.
El segundo liberado es otro letrado, Liu Xiaoyuan, que informó en su servicio de microblogging de Twitter de que también había regresado a su casa después de haber sido detenido el 14 de abril.
Su arresto se produjo tras el de su amigo, el artista y disidente de 53 años Ai Weiwei, detenido sin mediar una orden formal desde el pasado 3 de abril, a pesar de que el Gobierno chino asegura que está siendo investigado por delitos económicos.
Los familiares de Ai no han recibido noticias del artista desde entonces, por lo que acudieron a comisaría el 8 de abril para denunciar este nuevo arresto ilegal, según informaron en los últimos días, antes de que las autoridades los amenazaran si seguían hablando con la
Otros 18 abogados, activistas y disidentes permanecen desaparecidos o bajo arresto sin cargos, entre ellos los juristas Teng Biao y Li Tiantian, que desaparecieron al mismo tiempo que Jiang Tianyong.
Según la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW), desde febrero casi 200 activistas, intelectuales y artistas han sufrido detenciones, desapariciones o acosos, entre ellos 8 de los abogados que más casos de derechos humanos aceptan, mientras que 20 personas han sido acusadas de "incitar a la subversión" contra el Estado, el cargo habitual en casos de delitos de conciencia.
Estos grupos aseguran que la actual es la más radical de las campañas de represión del régimen contra la disidencia desde hace una década, y que se trata de una represalia por la concesión del premio Nobel de la Paz al preso político Liu Xiaobo.