WASHINGTON.- La Casa Blanca pidió este viernes poner fin a la violencia en Siria , manifestándose "muy preocupada" por la situación en el país, luego de que las fuerzas de seguridad mataran a más de 70 personas al disparar contra manifestantes opositores al régimen.
"Deploramos el uso de la violencia", señaló el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien añadió que Estados Unidos controlaba la situación muy de cerca.
Las fuerzas de seguridad sirias mataron este viernes a más de 70 personas al disparar contra manifestaciones hostiles al régimen en varias ciudades de Siria, en una de las jornadas más sangrientas desde el comienzo del movimiento de revuelta, según testigos y militantes.
Además, varias decenas de personas resultaron heridas en estas manifestaciones que reunieron a decenas de miles en todo el país.
El levantamiento el jueves, por parte del presidente Bashar al Asad, del estado de emergencia, vigente desde 1963, no impidió una fuerte movilización, ya que se contabilizaron decenas de miles de manifestantes en Homs, 10.000 en Deraa, al menos 5.000 en Qamishli (noreste) y miles en Duma, cerca de Damasco, según esos testigos.