AMAN.- Decenas de manifestantes a favor de la democracia que murieron a manos de agentes de seguridad eran enterrados este sábado en todo Siria, en funerales que se espera atraigan a gran cantidad de personas y alimenten la creciente oposición al Gobierno autoritario.
Dos activistas dijeron el sábado que al menos 100 personas perdieron la vida durante las protestas del viernes.
Previamente, un grupo activista que coordina las manifestaciones sostuvo que las fuerzas del orden y hombres leales al presidente Bashar al-Assad habían mataron a tiros al menos a 88 personas el viernes.
Manifestantes perecieron en zonas que van desde la ciudad portuaria de Lakatia a Homs, Hama, Damasco y la aldea sureña de Izra'a.
Se trató de lejos la jornada más sangrienta en un mes de manifestaciones en demanda de mayor libertad política y el fin de la corrupción en el país de 20 millones de habitantes.
Damasco estaba tensa el viernes y muchas personas permanecieron en sus casas, dijo un activista a Reuters en la capital siria.
"Hoy día tendremos los funerales y estamos preocupados de que durante los entierros se derrame más sangre que provoque más protestas y más muertes", expresó.
"Esto se está convirtiendo en una bola de nieve y se hace cada vez más grande cada semana. El enojo está aumentando, las calles hierven", aseveró.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó la violencia del viernes y acusó a Assad de buscar ayuda de Irán.
"Este atroz uso de la violencia para acabar con las protestas debe llegar a su fin ya", afirmó en un comunicado.
"En lugar de escuchar a su propio pueblo, el presidente Assad está responsabilizando a personas ajenas mientras busca la asistencia iraní para reprimir a los ciudadanos sirios a través de las mismas tácticas brutales que han sido usadas por sus aliados iraníes", declaró el mandatario estadounidense.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia sostuvo que París estaba "profundamente preocupado".
"Las autoridades sirias deben renunciar al uso de la violencia contra sus ciudadanos. Les pedimos de nuevo que se comprometan sin demora con un diálogo político inclusivo y a aplicar las reformas exigidas de forma legítima por el pueblo sirio", indicó.
Las víctimas de la represión estaban entre las decenas de miles de personas que han salido a las calles de ciudades y zonas rurales de Siria para demandar el término del régimen, exigencias que se han intensificado en las últimas semanas.