TOKIO.- El agua para refrigerar los reactores de la dañada planta nuclear japonesa de Fukushima I evitó lo peor; pero ahora, el líquido contaminado dificulta las reparaciones, pone en peligro a los trabajadores y debilita la construcción de la central, según teme el gobierno.
Según informó hoy el canal de televisión NHK, el Ejecutivo teme que el agua para la refrigeración de los reactores debilite los muros y los hagan aún más vulnerables ante nuevos temblores, que se esperan para las próximas semanas.
El jueves y hoy sábado tuvieron lugar nuevas réplicas de magnitud 6 en la escala Richter en la región.
La compañía que gestiona la planta, Tepco, en cambio, consideró que se trata de un escenario improbable.
Tepco tiene intención de inyectar para mediados de julio agua en las estructuras protectoras de los problemáticos reactores 1 y 3 hasta cubrir por completo las barras de combustible, a fin de lograr una refrigeración estable.
En el reactor 1, donde las barras de combustible resultaron más dañadas, los equipos de operarios inyectan cada hora seis toneladas de agua.
En el reactor 4, Tepco es más cauteloso por el temor a que su peso pueda dañar el edificio.
Sin embargo, inyectó 200 toneladas de agua para rebajar la temperatura, que era hoy 50 grados Celsius mayor de lo normal.
Las trombas de agua, sin embargo, tienen un efecto secundario: actualmente en la central hay acumulados millones de litros de líquido radiactivo, lo que obstaculiza de forma considerable los trabajos de reparación de los sistemas de refrigeración.
Los trabajadores se exponen a altos niveles de radiactividad, informó hoy la agencia de noticias Kyodo.
Otro trabajador se vio expuesto a más de 100 milisieverts, con lo que los empleados de Fukushima expuestos a altas dosis de radiación desde el sismo y tsunami de marzo son ya 30.
Entre tanto, Tepco ha comenzado a bombear parte del agua almacenándola en piscinas especiales.
El gobierno anunció hoy que apoyará financieramente a la empresa si peligra su existencia, informó la agencia Kyodo citando fuentes del gobierno.
La principal tarea de la empresa sigue siendo contener los daños.
Por otro lado, Tepco podría anunciar este mes medidas de reestructuración, según informa hoy el diario financiero "Nikkei", citando a trabajadores anónimos de la firma.
Tepco tardará largo tiempo en poner bajo control la central y recaudar el dinero para hacer frente a las indemnizaciones por los daños provocados por el accidente nuclear, que se produjo como consecuencia del terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo.
Los esfuerzos de la compañía por reducir gastos de personal y por vender activos previsiblemente desempeñarán un papel importante en su reestructuración, indica el rotativo.
Tepco ya ha propuesto reducir los salarios anuales de sus rabajadores en un 20 por ciento y el de los ejecutivos en un porcentaje aún superior.
Entre los activos de los que Tepco se podría desprender están sus participaciones en KDDI Corp y otras firmas, así como bienes inmuebles y negocios secundarios tanto en el mercado doméstico como en el exterior.
La firma nipona contempla asimismo deshacerse de negocios energéticos en Europa, Estados Unidos y Asia, agrega el "Nikkei".
Mientras, el gobierno regional de la prefectura de Fukushima baraja someter a los ciudadanos periódicamente a exámenes médicos, especialmente a los niños, informó la agencia de noticias Kyodo.
En algunas zonas se detectaron niveles de radiación algo elevados.
Aunque éstos no afectan a corto plazo a la salud de las personas, se trata de valores superiores a lo normal, citó Kyodo al vicegobernador Yusaku Matsumoto.