BEIJING.- El Gobierno chino está evaluando ofrecer incentivos financieros a las personas para que donen órganos voluntariamente, intentando revertir el problema de que la demanda de trasplantes supera la oferta.
China prohibió en el 2007 los trasplantes de órganos de donantes vivos, excepto en el caso de los esposos, los parientes de sangre y adoptivos, y en el 2009 lanzó un sistema nacional para coordinar la donación después de la muerte. Sin embargo, la escasez de órganos generó un tráfico ilegal en el país.
El viceministro de Salud, Huang Jiefu, señaló a un periódico local que los gobiernos deberían "reducir los costos médicos de los donantes durante su estadía en el hospital y los gastos funerarios".
"También podría considerarse otra compensación financiera, como descuentos en impuestos, seguros médicos o exención del pago de matrículas para los familiares de los donantes", indicó Huang.
Para fin de este año, los chinos también tendrán la opción de registrarse como donantes de órganos cuando acudan a sacar su registro de conducir, por lo que habrá un registro de donantes en caso de que un conductor fallezca, señaló Huang.
"La medida apunta a hacer más eficiente el sistema de registro de donantes para expandir los órganos disponibles para cirugías de trasplante", añadió el funcionario, aunque nadie será obligado a registrarse como potencial donante.
Casi 1,5 millones de personas en China necesitan un trasplante de órganos cada año, pero sólo 10.000 pueden recibirlo, según el Ministerio de Salud.
Según medios chinos, muchos órganos para trasplante aun se extraen de criminales ejecutados, algo sobre lo que los altos funcionarios de salud expresaron su desagrado