PHNOM PENH.- El Primer Ministro de Camboya, Hun Sen, pidió hoy a Tailandia un alto el fuego en los enfrentamientos que los ejércitos de ambos países mantienen en la frontera común desde el viernes pasado y que han causado 14 muertos y miles de desplazados.
Hun Sen dijo durante un discurso en Phnom Penh que "Camboya solicita un alto el fuego" y añadió que está dispuesto a reunirse con su homólogo tailandés, Abhisit Vejjajiva, en el marco de la reunión que la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) celebrará el 7 y 8 de mayo en Yakarta.
El llamamiento de Camboya surge después de que Tailandia suspendiese la reunión que había solicitado celebrar hoy en la capital camboyana entre los ministros de Defensa de ambos países.
"Anoche decidimos cancelar el viaje del general Prawit (Wongsuwan, ministro de Defensa tailandés) a Phnom Penh, después de que la prensa camboyana dijera que Tailandia accedió a las negociaciones tras admitir su derrota", explicó el portavoz del Ejército tailandés, indicó Sansern Kaewkamnerd.
"Celebramos las conversaciones con la condición de que cesen los disparar durante unos días, hemos informado a Camboya claramente de esta condición", agregó el militar.
No obstante, los enfrentamientos continuaban hoy en los templos de Ta Muen y Ta Kwai, la misma área donde comenzaron las hostilidades el pasado viernes 22 de abril.
El Ministerio de Defensa denunció a través de un comunicado que Tailandia ha bombardeado durante toda la noche las posiciones camboyanas con intenso fuego artillería.
También hoy se informó de la primera víctima mortal entre la población civil, un campesino tailandés que falleció el martes por un obús camboyano.
Su muerte se une a seis militares tailandeses y siete soldados camboyanos que han perdido la vida los días pasados defendiendo Ta Muen y Ta Kwai o el centro hindú del siglo XI de Preah Viehar, a más de cien kilómetros al este de los anteriores y también un foco de la disputa soberanistas entre ambos países.
Unos 30.000 tailandeses y 26.000 camboyanos han sido evacuados de la conflictiva zona, conforme a datos oficiales.
Ninguno de los llamamientos a la paz de la ONU, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y Estados Unidos han conseguido detener la escalada de tensión.
Tailandia se resiste a la intervención internacional y rechaza la presencia de observadores indonesios en la frontera, pese a que lo aceptó el pasado 22 de febrero, mientras que los soldados camboyanos no se retiren de las zonas en disputa.
Las fronteras entre ambos países, fuertemente minadas, nunca han estado claramente delimitadas desde que Francia abandonó sus colonias en el Sudeste Asiático tras la II Guerra Mundial.
El contencioso cobró fuerza en 2008 cuando Preah Vihear fue declarado Patrimonio de la Humanidad y la UNESCO lo inscribió dentro del territorio camboyano.
En este caso, Tailandia no reclama la soberanía de este centro religioso que el Tribunal Internacional de La Haya concedió a Camboya en 1962, sino una zona de 4,6 kilómetros cuadrados adyacente.