LONDRES.- La reina Isabel II y el duque de Edimburgo no asistirán a la fiesta posterior a la boda entre el príncipe William y Kate Middleton que ofrecerá el padre del novio, el príncipe Carlos, según confirmó hoy el palacio de Buckingham.
Tras la ceremonia en la abadía de Westminster, la abuela de William ofrecerá una recepción a 600 invitados. Pero después, ella y su marido "partirán para pasar un fin de semana privado", confirmó un portavoz.
Con ello, la monarca se perderá no sólo el baile y el ambiente, sino que además no podrá escuchar el discurso de uno de los testigos, su nieto el príncipe Harry, ni del padre de la novia, Michael Middleton.
Harry se había impuesto moderación en el discurso sobre su hermano, argumentando que "la abuela estaría" escuchando.
No obstante, parece que se enteró a tiempo de la ausencia de la reina y se prepara para una noche larga. Según los diarios británicos, ha pedido un "desayuno para resacas" a las 6:00 de la mañana.