Kate y William llegan a las casas de apuestas: Británicos creen que serán padres en 2012

LONDRES.- Tras la boda del príncipe William de Inglaterra y Kate Middleton, los británicos llevan ahora a la pareja hasta las casas de apuestas, donde se disputan el destino de su luna de miel y la fecha en que podrían tener a su primer hijo.

La mayor parte de las apuestas apuntan a 2012 como la fecha en que nacerá el primogénito de la pareja. La elección de 2013 se paga con una mayor cantidad, según la casa de apuestas Ladbrokers, aunque no tanto como la que se pagaría en caso de que el primer hijo nazca este mismo año.

En cuanto al destino de la luna de miel, Kenia y Escocia están a la cabeza en las apuestas. Un jugador apostó 5.000 libras en la casa William Hills por el país africano, y desató las especulaciones sobre el viaje que la Casa Real británica mantiene en secreto.

Vida real

Pero más allá de las especulaciones, hay escenarios concretos que esperan los príncipes. William, segundo en la línea de sucesión británica, seguirá trabajando hasta 2013 como piloto de rescate en las Fuerzas Aéreas. El pueblo espera, sin embargo, numerosas intervenciones a favor de organizaciones benéficas. Y aunque sus abuelos, la reina Isabel II (85 años) y el príncipe Felipe (89), siguen en forma, William y Kate podrían empezar pronto a asumir algunas de su funciones.

Incluso antes de la boda declararon que pretenden mantenerse unos años alejados del compromiso público.

Sobre cuándo podrían volver a ser vistos en público, tienen apariciones previstas para el verano. Primero, en el 90° cumpleaños del príncipe Felipe, el 10 de junio. Un día después se celebra el tradicional desfile de cumpleaños de la reina, Trooping the Colour. Seguirá la boda de la prima de William, Zara Phillips, con Mike Tindall (julio).

La pareja además hará su primera gira al extranjero del 30 de junio al 8 de julio en Canadá, donde la reina ostenta también el título de jefa de Estado.

Sobre su lugar de residencia, en primera instancia estarían en la isla galesa de Anglesey, donde William sirve en la Fuerza Aérea, y que no cuenta con mayores atractivos que su extenso paisaje y un par de pubs.

Sobre los hijos, ambos saben que es su responsabilidad concebir un heredero al trono británico, aunque en entrevistas habían adelantado que querían darse un tiempo antes de agrandar su familia.