SANTIAGO.- El Tribunal Oral de Talca declaró culpable a una mujer de actuales 20 años, pero que a la fecha del delito era menor de edad, por quemar a su hijo recién nacido en castigo porque se orinaba muy seguido.
Los hechos fueron descubiertos en agosto de 2009 en San Clemente, luego que una parvularia del jardín infantil al que asistía el menor fuera a la casa de la mujer cuya identidad se reserva por su edad-, y se percató de las quemaduras.
Luego de trasladarlo al centro asistencial de la ciudad, los facultativos que lo atendieron determinaron que éstas fueron provocadas por la mujer al acercar al niño a un brasero encendido, con la finalidad de reprenderlo cada vez que se orinaba.
"Supuestamente con la teoría de que no se pasara más de frío, la imputada procedió a colocarlo a una altura de tres cuartas de un brasero, resultando el menor con quemaduras en sus glúteos tipos A y B de carácter menos graves. El tribunal rechazó la teoría de la defensa, de que la mujer fue negligente en su actuar, optando por la teoría de la Fiscalía que sostuvo que la imputada lo reprimió porque se orinaba permanentemente", dijo la Fiscal Gabriela Vargas, quien expuso las pruebas ante el Tribunal Oral de Talca.
De acuerdo a la acusación de la Fiscalía, la imputada puso al niño sin sus ropas sobre un brasero con fuego, por un lapso cercano a los 3 minutos, hasta que el menor comenzó a quejarse y a llorar del dolor.
La sentencia que los jueces orales de Talca impongan a la imputada se dará a conocer en los próximos cinco días en audiencia pública, pero se estima que podría ascender a los 800 días de presidio.