LONDRES.- Muy difícil. Así le resultó a Sarah Ferguson, ex mujer del príncipe Andrés de Inglaterra, aceptar que no había sido invitada a la boda de su sobrino político, el príncipe William y Catherine Middleton.
En entrevista con Oprah Winfrey, que se emitirá hoy miércoles en Estados Unidos, contó que la boda real le recordó su propio enlace en 1986, ya que "la última novia que recorrió ese camino hacia el altar fui yo".
"Me hubiera gustado estar allí junto a mis hijas, ayudarlas a vestirse y acudir como una familia", contó. Beatriz y Eugenia representaron no obstante a su madre en lo que a patinazos con la moda se refiere.
Según Ferguson, su fallecida cuñada, Diana, habría estado "muy orgullosa de su hijo William". Y pese a que se sintió dolida, "Fergie" mostró también comprensión: "¿Por qué tendrían que haberme invitado?".
Reconoció además que cometió muchos errores. Uno de ellos fue el último escándalo desatado tras ofrecer los contactos de su ex marido a cambio de dinero para saldar sus deudas. "He reflexionado mucho al respecto", afirmó.
