BEIJING.- Un mediático rescate, en medio de una autopista, de 520 perros que iban a ser cocinados en restaurantes ha reabierto en China el debate sobre el consumo de carne de este animal a medida que crece la popularidad de los canes como mascotas.
El rescate atrajo a mediados de abril la mirada de diarios y televisiones chinas porque ecologistas y defensores de los animales bloquearon durante 15 horas una concurrida autopista a las afueras de Beijing, en una de sus primeras campañas "agresivas" en China.
Todo comenzó cuando uno de ellos, apellidado An, vio pasar el camión en las afueras de Beijing y decidió cortarle el paso para acto seguido informar desde su microblog a otros activistas.
Entre los que acudieron inmediatamente al lugar se encontraba Qin Xiaona, director de la Asociación para el Bienestar de los Animales de la Capital (CAWA), la organización que se atribuyó un rescate en el que, según la prensa pequinesa, también participaron extranjeros e incluso celebridades chinas.
La acción fue "una noticia positiva para que la gente empiece a apreciar a estos animales", señaló Yan Dong, director de la Red de Dueños de Perros (un foro de internet para amantes caninos).
Críticas a ecologistas
Sin embargo, no todos se mostraron de acuerdo con la medida, ya que en China, aunque el consumo de carne de perro es minoritario no es ilegal, y es popular en algunas regiones, como Cantón o las zonas de etnia coreana en la frontera con Corea del Norte.
Entre los críticos al rescate ha despuntado un internauta llamado Zhu Guangbing, quien en su popular microblog ha asegurado que va a mostrarse tan "radical" como los ecologistas y va a matar desde el 1 de junio un perro cada día "para protestar contra la hipocresía", a menos que quienes salvaron a los canes pidan perdón.
Zhu, cuyas palabras han inflamado el debate en los foros chinos, se queja de que los ecologistas malgastan el dinero en salvar animales en lugar de usarlo para ayudar a personas con problemas, ya que en el rescate de los 520 perros se pagó 17.000 dólares al camionero que los transportaba.
El internauta ha asegurado que ya ha contratado notarios para dar fe de su “matanza” a partir de junio, y aclaró que los animales sacrificados proceden de granjas caninas y son destinados para el consumo humano.
Zhu admite que su comportamiento es algo extremo, aunque aduce que "el de los ecologistas en realidad lo fue más" ya que bloquearon la autopista, poniendo en peligro muchas vidas.
El internauta, por lo que se desprende de sus escritos, vive en Cantón, conocida por ser la provincia cuyos habitantes consumen tipos más raros de animales.
Restoranes al ataque
"¿Por qué no va a poderse comer, si tomamos cerdo o cordero?,” defiende una empleada del restaurante "Carne Sabrosa de la Luz del Sol", uno de los más reputados de Cantón por ofrecer carnes exóticas, y donde han comido incluso los líderes de Corea del Norte (país en el que, como su vecino del sur, el perro es un plato de lujo).
"La carne de perro mejora la circulación de la sangre, cuida el estómago, y es ideal para las mujeres embarazadas", señala la empleada, apellidada Wu.
Otros aseguran que en China, durante siglos, el perro ha sido un alimento más, y que la defensa de estos animales es una influencia occidental que pone en peligro las tradiciones orientales.
El debate fluye en los foros de internet chinos, mientras el diario oficial "Global Times" lamenta que no haya un marco legal que distinga claramente entre mascotas y animales para el consumo humano.
Cualquier animal, incluidos los perros o gatos domésticos, puede ser sacrificado o cocinado sin que la ley contemple castigos, por lo que en China de vez en cuando se difunden noticias o rumores sobre redes de "secuestradores" de mascotas para restaurantes.
La polémica resurge cinco años después de la campaña que los defensores de los animales lanzaron cuando epidemias de rabia fueron atajadas por gobiernos locales con matanzas indiscriminadas de miles de perros.
En aquella ocasión -que coincidió, curiosamente, con el Año del Perro en el calendario chino- las protestas llevaron incluso al presidente chino, Hu Jintao, a pedir públicamente a gobiernos locales que detuvieran aquellos masivos sacrificios, en un país donde tener perros como mascota es cada vez más popular e incluso, en grandes ciudades, un símbolo de estatus social.