SANTIAGO.- Ben Brafman, uno de los abogados de Dominique Strauss-Kahn, director del Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló este martes en la lectura de cargos en la sala penal que la presunta agresión sexual sufrida por una empleada del Hotel Sofitel debió haber sido consentida.
El "New York Post", afirmando que el jurista planteó la posibilidad de que el encuentro haya sido consentido, señala que él sostuvo que "los indicios, en nuestra opinión, no concuerdan con un ataque por la fuerza".
Asimismo, el medio añade que una fuente cercana a la defensa señaló que la relación con la inmigrante africana que vive en el Bronx "tiene que haber sido consentida".
El director del Fondo Monetario Internacional arriesga más de 74 años y tres meses de cárcel por siete acusaciones en su contra, entre ellas intento de violación y abuso sexual en primer grado.
Los gravísimos cargos en su contra
El comunicado con el acta de acusación contra Strauss-Kahn, testificado por el detective Steven Lane, de la Brigada de víctimas especiales de Manhattan, luego de tomarle declaración a una camarera de 32 años, señala lo siguiente:
"El acusado incurrió en conducta sexual oral y conducta sexual anal con otra persona por la fuerza; el acusado intentó mantener relaciones sexuales con otra persona por la fuerza; el acusado sometió a otra persona para tener contacto sexual sin el consentimiento de la última; e intencionadamente, el acusado tocó a la fuerza las partes sexuales e íntimas de otra persona con el propósito de degradar y abusar de esta persona, y con el propósito de saciar el deseo sexual del acusado".
"Los delitos se cometieron en las siguientes circunstancias:
1) El acusado cerró la puerta de la ubicación anterior (la habitación del hotel) y evitó informar a la declarante de abandonar el lugar;
2) tocó los senos de la declarante sin su consentimiento;
3) intentó sacar las medias de la declarante y tocó por la fuerza la zona vaginal de la declarante;
4) puso en contacto su pene con la boca de la declarante a la fuerza dos veces; y
5) fue capaz de llevar a cabo los actos antes mencionados mediante el uso de la fuerza física real".
Lo que viene ahora
Dominique Strauss-Kahn espera que un jurado popular resuelva si lo inculpa formalmente, tras pasar su primera noche en la cárcel de Rikers Island de Nueva York.
Un "gran jurado" integrado por 23 personas debe reunirse "en un plazo de tres días" secretamente y en ausencia de un juez luego de la audiencia celebrada el lunes en el Tribunal en lo Penal de Nueva York para ser informado de las pruebas de la fiscalía y tomar una decisión.
En caso de ser inculpado, el jefe del FMI deberá comparecer ante un juez el viernes 20 de mayo. En esa audicencia deberá declararse culpable o inocente de los cargos tras la denuncia presentada el sábado por una empleada de 32 años del hotel Sofitel de Nueva York.
La detención de Strauss-Kahn sacudió a todo el espectro político francés a un año de las presidenciales, para las cuales se perfilaba como candidato del Partido Socialista y principal favorito.
El escándalo también creó incertidumbre en el FMI, que debe dirigir la respuesta a la crisis de la deuda soberana de varios países europeos.
El socialista francés de 62 años niega las acusaciones, pero una jueza del Tribunal en lo Criminal de Nueva York rechazó el lunes su liberación bajo fianza, por lo que fue trasladado a la inmensa cárcel de Rikers Island.
El jefe del FMI dispone de una celda individual y no está en contacto con los otros presos, dijo un portavoz de la cárcel.
"No estará en contacto con los otros presos. Eso no quiere decir que estará siempre en su celda. Eso quiere decir que cuando salga irá acompañado por un guardia", agregó.
Detenido a punto de dejar EE.UU.
Strauss-Kahn fue detenido el sábado por la tarde a bordo de un avión de Air France a punto de volar a Francia, y llevado en un primer momento a una comisaría de Harlem.
La fiscalía lo inculpó de siete cargos, entre ellos acto sexual criminal, tentativa de violación y retención ilegal de una "mujer negra de 32 años", según la policía.
La jueza invocó un riesgo de fuga para ordenar que permaneciera detenido, rechazando la propuesta de los abogados defensores de pagar una fianza de un millón de dólares.
Contrariamente a lo que hubiese ocurrido en un tribunal federal, donde la televisión y los fotógrafos no tienen acceso a la sala de audiencia, en esta ocasión las imágenes de Strauss-Kahn, abatido y mal afeitado, dieron la vuelta al mundo.
Para la defensa "esta batalla acaba de comenzar".
Cambio de tono
En Francia, en tanto, la derecha comenzó el martes a endurecer el tono, mientras que la izquierda llamaba a respetar la presunción de inocencia.
El Primer Ministro francés, el derechista Francois Fillon, afirmó que si se "confirman" las acusaciones por intento de violación se trataría de "un acto muy grave que no tiene ninguna excusa", según indicaron responsables de su partido UMP.
De su lado, y al término de una reunión de su Consejo de Administración el lunes, el FMI anunció que no tomó ninguna decisión sobre el futuro de su director gerente (nombrado en setiembre de 2007 por cinco años) y que seguirá los acontecimientos.
El estadounidense John Lispky, primer adjunto de Strauss-Kahn, quedó interinamente al frente de la institución.