SANÁ.- El Presidente yemení Ali Abdalá Saleh calificó este sábado de "complot" el plan de los países del Golfo que prevé su dimisión, pero afirmó que lo aceptará, advirtiendo que Al Qaeda se reforzará en el país cuando abandone el poder.
En una intervención difundida por la televisión estatal con motivo de un desfile militar en Saná por el 21 aniversario de la reunificación de Yemen, Saleh aseguró que el plan de salida de la crisis presentado por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) "no es más que un puro complot".
"Si este régimen se va, Al Qaeda va a conocer un nuevo auge en Hadramut, en Chabwa y en Abyan (sur y sudeste). Advierto a nuestros amigos en Estados Unidos y en la Unión Europea que la situación empeorará", alertó Saleh, considerado durante mucho tiempo como un aliado clave de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.
Pese a todo, "hemos aceptado" el plan propuesto por el CCG y acusó a la oposición parlamentaria, con la que debe firmar el acuerdo de transición, de querer "acceder al poder con un baño de sangre".
El Mandatario aseguró también que la revuelta en Yemen, iniciada a finales de enero siguiendo la estela de los movimientos organizados en Túnez y Egipto, responde "a una agenda de las grandes potencias que exportan sus problemas y pretenden imponer su tutela a los pueblos más desfavorecidos".
Este discurso parece responder a las declaraciones del Presidente estadounidense Barack Obama, el pasado jueves, en las que se mostró firme en su apoyo a las manifestaciones pro democráticas en los países árabes.
Según un balance dado a conocer, 180 personas murieron en Yemen como consecuencia de la represión de las manifestaciones contra el régimen celebradas desde enero.