BOGOTÁ.- Un cerco tendido por la guerrilla de las FARC desde el pasado fin de semana en un río que pasa por el noroeste de Colombia fue roto por comandos militares que garantizaron la movilización de unas 120 personas que temían navegar, informó hoy el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera.
El cerco comenzó el sábado, cuando miembros del frente 34 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mataron a tres estudiantes que se movilizaban en una embarcación por el río Atrato, en uno de los sectores más pobres del departamento de Chocó, fronterizo con Panamá.
Según testigos, los guerrilleros dijeron que desde ese momento estaba prohibida la movilización de embarcaciones y que quienes no cumplieran la orden se convertirían en blanco de ataques.
Alrededor de 120 personas que viajaban por el río hacia Quibdó, la capital de Chocó, se quedaron entonces en el caserío de Las Mercedes, en jurisdicción del municipio de Medio Atrato, donde este martes se reportó el comienzo de una escasez de alimentos por el temor de los transportistas.
Rivera dijo que el ataque de las FARC se presentó en un sector selvático donde habitualmente no hay presencia militar, por lo que la llegada de las autoridades tardó varios días.
El ministro dijo que las unidades militares arribaron al lugar cuando ya no había presencia guerrillera, tras lo cual se procedió a escoltar a las personas hacia Quibdó.
"Entramos al sitio y no encontramos a ningún terrorista (...) Eso demuestra la condición terrorista de las FARC atacando a los civiles", dijo.
La Iglesia Católica y organizaciones no gubernamentales como el Foro Interétnico Solidaridad Chocó y el Consejo Comunitario de la Asociación Campesina Integral del Atrato denunciaron el lunes que los civiles estaban siendo utilizados por las FARC como "escudos humanos".