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Santiago: Miércoles 29 de enero del 2025 | Actualizado 20:46
SANTIAGO.- Diversas autoridades en el mundo celebraron la detención del ex general serbio-bosnio, Ratko Mladic, calificando este día como "un momento histórico para la Justicia Internacional".
El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se encuentra "encantado" por la captura y expresó su deseo de una rápida extradición al Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY).
El consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, indicó en una rueda de prensa que el Mandatario "felicita a Serbia por la captura" de Mladic, el máximo responsable den algunos de los episodios más tenebrosos de la guerra bosnia.
"Nuestros pensamientos y oraciones se encuentran con las víctimas y las personas que sufrieron la tiranía", declaró Rhodes, quien indicó que la detención pone de relieve que "la Justicia acabará llegando siempre a aquellos que perpetran este tipo de crímenes contra la humanidad".
Por su parte, el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, felicitó hoy a las autoridades de Serbia por el arresto del ex general serbio Ratko Mladic y calificó la detención de "momento histórico".
En tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se sumó a las palabras del secretario de Estado inglés, al declarar que la detención del ex jefe militar constituye "un día histórico" para la justicia internacional.
Mientras que la alta representante de la Unión Europea, Catherine Ashton, pidió que el criminal de guerra, detenido por la policía serbia esta mañana, sea trasladado "lo antes posible" al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia.
En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, elogió el arresto. Dijo que, casi 16 años después de la acusación contra Mladic por genocidio, "su arresto finalmente ofrece una oportunidad para que se haga justicia".
Mladic, el presunto criminal de guerra más buscado de la antigua Yugoslavia, fue detenido bajo el nombre falso de "Milorad Komadic" en una aldea de las proximidades de la ciudad de Zrenjanin, en el norte de Serbia.
La OTAN envió a Bosnia-Herzegovina a finales de 1995 una fuerza de paz que garantizó la aplicación de los acuerdos de paz de Dayton de 1995, con los que se puso fin a la guerra civil bosnia, que había comenzado en 1992.
