BEIJING.- Señales de vida tales como el sonido de metal al golpear la roca o gritos débiles han sido escuchados por los efectivos que trabajan en las labores de rescate de los doce mineros atrapados en una mina de carbón de Guizhou, en el suroeste de China, según informa el lunes el diario oficial "China Daily".
"Se escucharon gritos y ruidos como si alguien estuviera golpeando la roca, así que podemos concluir que todavía hay supervivientes", aseguró Yang Xiaoping, director de la oficina de seguridad pública de Guizhou.
Los tareas de rescate, hasta el momento, se han basado en el achique de agua y, desde el domingo por la tarde, ha descendido el nivel en un metro y medio, aunque deberá bajar al menos otro para facilitar el acceso de los equipos de salvamento.
Estas labores se han visto dificultadas por la localización del pozo Fuhong, lugar del accidente, ya que este se encuentra en una zona montañosa de difícil acceso cerca de la capital provincial, Guiyang.
Sobre las causas de la inundación aún no hay una conclusión definitiva aunque fuentes oficiales han señalado al dueño de la mina como responsable debido a las deficientes medidas de seguridad con que contaba la explotación.
Las minas de carbón del gigante asiático están consideradas como las más peligrosas del mundo por, entre otros motivos, la sobreexplotación y las muchas veces inexistentes medidas de seguridad con que están equipadas.
Además, la proliferación de explotaciones ilegales ha crecido en los últimos años debido a la escasez energética, que ha hecho de este recurso, de cuya quema se obtienen cuatro quintas partes de la electricidad en China, una opción muy atractiva.
Según la Red Estatal de China, este verano habrá una escasez combinada en las 26 provincias de 30 gigavatios, lo que equivale al tres por ciento de la producción energética anual de todo el país y que podría provocar restricciones, algo que ya ocurrió en 2004.