EFE
ZAGREB.- Benedicto XVI recibió hoy su primer baño de masas en la vigilia que celebró con miles de jóvenes croatas en el centro de Zagreb, a los que aseguró que Jesús "no es un embaucador" y exhortó a que no cedan a la tentación de las cosas materiales, "al tener y el poseer".
Acogido con cantos y aplausos y los clásicos "Benedicto, Benedicto" por más de 50.000 jóvenes, que desafiaron estoicamente las tormentas y fuertes lluvias que descargaron por la tarde en la capital croata, el Pontífice invitó a los muchachos a poner su confianza en Jesús, "ya que nunca los desilusionará".
"Jesús no es un maestro que embauca a sus discípulos: nos dice claramente que el camino con Él requiere esfuerzo y sacrificio personal, pero que vale la pena", dijo el Pontífice, de 84 años, que presentaba buen aspecto.
El Obispo de Roma animó a los jóvenes a no dejarse "desorientar" por las promesas atractivas de éxito fácil, de estilos de vida que privilegian la apariencia en detrimento de la interioridad.
"No cedáis a la tentación de confiar solamente en el tener, en las cosas materiales, renunciando a descubrir la verdad que va más allá, como una estrella en lo alto del cielo, donde Cristo quiere llevaros. Dejaos guiar a las alturas de Dios", agregó el Papa, en medio de los aplausos de los muchachos, que ondearon banderas y bufandas con los colores amarillo y blanco del Vaticano.
El papa Ratzinger les recordó que del 16 al 21 de agosto se celebrará en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud, que él presidirá y tiene como lema "Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe" y manifestó que creciendo en la amistad con Jesús podrán testimoniar a todos "la alegría de haber encontrado a Aquél que siempre los acompaña y os llama a vivir en la confianza y en la esperanza".
El papa les puso como ejemplo a Ivan Merz (1894-1928), beatificado por Juan Pablo II en Banja Luka en 2003, un joven laico e intelectual promotor de Acción Católica en Croacia, que dedicó su energía a educar a los jóvenes y que está considerado por la Iglesia como un modelo de apostolado para sacerdotes y religiosos.
La vigilia, durante la que no llovió, celebrada en la plaza Josip Jelacic, en el centro de Zagreb, comenzó con la entrada en procesión de la Virgen de la Puerta de Piedra, la patrona de la ciudad.
Según la tradición, la Puerta a la antigua Zagreb sufrió en 1731 un gran incendio que devoró todo menos la piedra.
Entre sus escombros y cenizas fue hallada intacta, colgada encima de la entrada, una imagen de la Virgen con el Niño Jesús.
El cuadro fue colocado en una capilla, convirtiéndose en un lugar de devoción de los capitalinos, que aseguran que se trata de una imagen milagrosa.