TOKIO.- El Gobierno de Japón aprobó hoy una ley para ayudar a Tepco, operadora de la central de Fukushima, a afrontar las millonarias indemnizaciones para las víctimas del accidente nuclear, que ha puesto en jaque el futuro de la mayor eléctrica nipona.
La ley, crucial para la supervivencia de Tokyo Electric Power (Tepco), debe recibir aún el visto bueno de un Parlamento dividido, con la oposición en pie de guerra y una oleada de llamamientos para la dimisión inmediata del primer ministro, Naoto Kan, por su gestión de la crisis desatada por el seísmo y tsunami del 11 de marzo.
Ese día olas de hasta 15 metros paralizaron el sistema de refrigeración de la planta de Fukushima Daiichi y causaron el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil, por el que TEPCO tendrá que desembolsar compensaciones que se estiman en muchos miles de millones de yenes.
Según cálculos de Bank of America-Merrill Lynch, la suma podría alcanzar los 130.000 millones de dólares, mientras que analistas de la casa de valores Nomura prevén que podría ascender a unos 72.000 millones de dólares.
A la espera de que se concrete el alcance de la crisis, aún abierta, Tepco ya aprobó el pasado abril un primer paquete de compensaciones de unos 50.000 millones de yenes (623 millones de dólares) para unos 48.000 hogares situados en un radio de 30 kilómetros de la central nuclear.
La empresa, la única que provee de electricidad a los 30 millones de habitantes del área metropolitana de Tokio y zonas colindantes, ha perdido más de un 90 por ciento de su valor en Bolsa desde el 11 de marzo ante la inquietud de los inversores por su futuro.
La ley respaldada hoy por el Gobierno fue recibida con alivio en el mercado y las acciones de Tepco se llegaron a revalorizar temporalmente más de un 25 por ciento, aunque continúan en niveles mínimos respecto a antes del seísmo.
La nueva norma, que se espera sea debatida en el Parlamento antes de fin de mes, establece la creación de un fondo financiado con dinero público, con préstamos de instituciones financieras y con contribuciones de otras operadoras de plantas nucleares.
Por el momento su cuantía no se ha especificado, pero sí ha quedado claro que Tepco deberá devolver en un futuro el dinero que haya utilizado.
El frágil Gobierno de Naoto Kan busca que la ley reciba la luz verde final cuanto antes, ya que una declaración de insolvencia del gigante eléctrico podría crear problemas en el pago de las indemnizaciones o en los esfuerzos para controlar la maltrecha planta.
Se teme, además, que la complicada situación de Tepco afecte al suministro eléctrico de Tokio, una ciudad que se prepara para afrontar un verano de escasez energética que, en caso de una demanda excesiva, se podría traducir en apagones masivos.