BOGOTÁ.- Un coche bomba que presuntos rebeldes del ELN pretendían estallar en el centro de Popayán anticipadamente fue activado en un retén policial a la entrada de esa ciudad del suroeste de Colombia y causó la muerte a una persona y heridas a 16 más, informaron hoy las autoridades.
El vehículo fue interceptado por la Policía, previamente alertada, y activado por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en un sitio conocido como Puente de Las Garzas, en la carretera que lleva de Popayán al municipio de El Tambo, muy cerca del barrio Lomas de Granada.
Entre los heridos figuran tres de los agentes de policía del retén que detuvo el vehículo para una inspección, situación que aprovecharon sus ocupantes -al parecer dos hombres- para huir, aunque uno de ellos fue capturado poco después.
Un portavoz del hospital San José de Popayán precisó que la única víctima mortal, de momento, e identificada como Jairo Muñoz, falleció a consecuencia de las múltiples heridas causadas por las esquirlas y la metralla con las que estaba cargado el artefacto.
Muñoz era vecino de una de las 35 casas afectadas del sector en el que se registró la explosión.
Por otra parte, el comandante general de las Fuerzas Militares, almirante Edgar Cely, anunció el ofrecimiento de una recompensa de hasta 300 millones de pesos (cerca de 168.000 dólares) por información sobre Ovidio Antonio Parra Cortes, alias “El Tío,” jefe de una facción del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El anuncio de la gratificación fue hecho poco después de que el general Orlando Pineda, de la regional de la Policía en el Cauca, departamento del que Popayán es capital, dijo a periodistas, tras concluir un consejo de seguridad, que el atentado fue obra de esa guerrilla.
Tras la captura de una persona, precisó el mando policial, “en las investigaciones quedó claramente establecido que se trata de una estructura criminal del ELN,” que actúa en esa zona.
"También se estableció de que este vehículo pretendía ser ingresado al centro” de la ciudad, añadió el alto oficial, quien destacó cómo hombres de su institución evitaron un atentado de mayores proporciones.
El detenido fue identificado como Edison Peña, quien fue puesto a disposición de la Fiscalía. El almirante Cely indicó que en esa región hay un “contubernio entre las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y el ELN” para cometer acciones ilegales como producir cocaína.
Cely también destacó a la Policía, que evitó que el coche bomba hubiese ingresado al centro de Popayán, como era la intención de los rebeldes.
Un poco antes del consejo de seguridad, la secretaria de Salud de Popayán, Ana María Muñoz, había precisado a periodistas que como consecuencia de la detonación, 17 personas resultaron heridas y que tres de ellas estaban en estado grave, mientras las otras 14 -entre ella dos menores de edad- se encontraban en buenas condiciones de salud.
El general Pineda así como el también general Leonardo Barrero, de la III División del Ejército y otros mandos policiales y militares, junto a las autoridades civiles de Popayán, participaron en el consejo extraordinario de seguridad, convocado por el alcalde de la ciudad, Ramiro Navia.
Para el general Pineda, la acción criminal pudo registrarse “como una reacción de grupos “narcoterroristas” y las bandas criminales "por el despliegue de distintas fuerzas contra el narcotráfico de bandas criminales y de la guerrilla, la minería ilegal y todas las rentas ilegales” en esa región colombiana.
Según el alto oficial, tanto el ELN como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), “tratan de crear caos” en esta región del país. El general Barrero, por su parte, agradeció a la “red de cooperantes” de las autoridades y a la Policía que detuvo el vehículo con explosivos.
Mientras, el alcalde de Popayán, Ramiro Navia, anunció que en menos de 15 días los afectados que sufrieron daños en sus casas recibirán subsidios de la agencia de asistencia Acción Social de la Presidencia de la República, para las reparaciones respectivas.