TOKIO.- La compañía Tokio Electric Power (TEPCO), operadora de la central de Fukushima, comenzó hoy a verter ácido bórico en la piscina de almacenamiento de combustible usado del reactor 3 para controlar el estado de las barras de material radiactivo, informó la televisión japonesa NHK.
Está previsto que entre hoy y mañana los operarios viertan cerca de 90 toneladas de agua con ácido bórico en la piscina, a la que al parecer cayeron pedazos de cemento a causa de la explosión de hidrógeno que esa unidad sufrió pocos días después del sismo del 11 de marzo.
TEPCO detectó el mes pasado que el agua de esa piscina se había vuelto muy alcalina, con un elevado nivel de PH (acidez) de 11,2, lo que podría haber sido causado por el hidrato de calcio liberado por los escombros.
Los técnicos temen que la acidez del agua pueda corroer las barras de aluminio que sostienen las varillas de combustible usado, y ello podría hacer que, en el peor de los casos, éstas se desprendan y aumente el riesgo de una reacción crítica que podría emitir una elevada radiactividad.
Además de inyectar el ácido bórico, TEPCO prepara la instalación de un sistema de refrigeración específico para esa piscina que espera esté operativo para principios de julio, según NHK.
Mientras tanto, los operarios continúan los esfuerzos para activar un crucial sistema para descontaminar las más de 110.000 toneladas de agua radiactiva que se acumulan en la planta, y que amenazan con filtrarse al exterior.
El sistema se intentó poner en marcha la semana pasada, pero diversas averías hicieron que lo tuvieran que detener apenas cinco horas después de activarlo.
El objetivo de ese dispositivo es limpiar el agua radiactiva a un ritmo de unas 1.200 toneladas al día, para poder utilizarla luego como refrigerante en los reactores.
La central de Fukushima, epicentro de la crisis nuclear más grave en los últimos 25 años, resultó seriamente dañada por el terremoto y devastador tsunami del 11 de marzo, que paralizó su sistema de refrigeración.
El objetivo de TEPCO es llevar los maltrechos reactores al estado de “parada fría” para enero de 2012.
