MÓNACO.- El príncipe Alberto II de Mónaco y Charlene Wittstock tuvieron una crisis de pareja antes de casarse, indicaron fuentes allegadas a la organización de la boda celebrada el viernes y el sábado.
Estas fuentes confirmaron la "veracidad" de la discordancia entre los novios y de un probable pedido de reconocimiento de paternidad a Alberto.
A tres días de la boda, el semanario francés L'Express había afirmado que la boda de Alberto y la ex campeona de natación sudafricana podría no celebrarse porque la novia había amenazado con partir, lo que fue desmentido por el palacio de Mónaco.
Según L'Express, la "fuga" de la futura princesa, que fue interceptada en el aeropuerto de Niza, tenía que ver con "revelaciones" sobre Alberto.
El palacio de Mónaco calificó de "mentirosas" esas afirmaciones y estimó que "los rumores no tienen otro objetivo que perjudicar gravemente la imagen del soberano y, en consecuencia, de su prometida, Charlene Wittstock, y acarrean un grave perjuicio a este feliz acontecimiento".
Según L'Express, los problemas de la pareja llevaron a Wittstock a partir "precipitadamente" de Mónaco en dirección al aeropuerto de Niza (sur de Francia), para tomar un vuelo "sin retorno" rumbo a Sudáfrica.
La publicación francesa escribió que en el último momento se convenció a Wittstock de que volviera a Mónaco y siguiera adelante con los preparativos para la boda principesca.
El semanario francés recordó en el artículo la agitada vida privada del príncipe de Mónaco, que reconoció públicamente que tiene dos hijos fuera de matrimonio, una niña y un varón. Alberto los reconoció oficialmente tras su llegada al trono, pero según la Constitución no podrán sucederlo.