LA HAYA.- El ex general y presunto criminal de guerra serbio Ratko Mladic desafió hoy a los jueces del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) y se negó, por segunda vez, a que se leyeran los cargos en su contra. Sus constantes muestras de indisciplina le valieron ser expulsado.
"No, no pienso escuchar esto en modo alguno. Si mi abogado no está (uno elegido por él mismo) ya no pienso seguir escuchando. Está usted hablando en vano", comentó un desafiante Mladic al juez presidente de la sala que le juzga en La Haya, el holandés Alphons Orie.
"Pero quién se ha creído que es usted (...) no me deja ni respirar", gritó Mladic (de 69 años) justo al comienzo de su segunda comparecencia ante el TPIY, tras la del pasado 3 de junio, poco después de que Belgrado decidiera detenerle y extraditarle a La Haya.
El juez Orie decidió entonces expulsar al acusado debido a sus constantes interrupciones y gesticulaciones mientras se leía el acta de acusación.
Como ha ocurrido en numerosas ocasiones desde que se iniciaron los primeros juicios en el TPIY (con el caso Dusko Tadic), creado a instancias de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en 1993, el juez presidente ha tenido que imponer la disciplina en la sala debido a interrupciones, gestos o malas palabras de los que se sentaron en el banquillo de los acusados.
De hecho, justo al inicio de esta segunda comparecencia, el juez Orie llamó varias veces la atención de Mladic para que no se dirigiera, mediante gestos, a algunos de los asistentes al juicio, parapetados tras un grueso cristal antibalas.
Durante algunos momentos el ex general y algunos presentes (como visitantes) en el juicio intercambiaron el gesto del pulgar hacia arriba, en signo de -presunta- victoria para Mladic.
Por ello, tras una breve interrupción, en la que el ex general fue acompañado fuera de la sala, la segunda sesión se reanudó sin su presencia.
Fuentes cercanas a la fiscalía apuntan a que Mladic se considera "no culpable" de los crímenes que se le atribuyen y con ello, de forma implícita, ha dado comienzo el verdadero proceso legal en su contra.
Mladic había anunciado este domingo su intención de no comparecer ante los jueces del alto tribunal de Naciones Unidas, en protesta porque -afirma- no le dejan elegir a su voluntad al equipo de abogados que le defienda en este caso.
De momento, el TPIY no ha podido formar ese equipo, a pesar de que han pasado los 30 días reglamentarios (desde su primera comparecencia) para ello.
Hasta pasadas las 10:00 (09:00 GMT), todavía se mantenía la duda sobre si Mladic comparecería o no. Según la agencia holandesa ANP, finalmente se le convenció para que lo hiciera.
Mladic está acusado de crímenes contra la humanidad y genocidio por la matanza de cerca de 8.000 varones bosniomusulmanes del ex enclave de Srebrenica, este de Bosnia, en julio de 1995, en el marco de las campañas de limpieza étnica serbias durante ese conflicto (1992-1995).
El acta de acusación del TPIY contiene once puntos, entre ellos cargos de genocidio por los crímenes de Srebrenica, el más grave desde el Holocausto de los judíos en la II Guerra Mundial.
Estaba previsto que hoy se declarase culpable o inocente de los cargos que se le imputan, pero su actitud de rebeldía a dado pie a que se considere que se declara "no culpable".
Al comienzo de la sesión, Mladic pidió un aplazamiento del juicio y el permiso para abandonar la sala. Ambos extremos fueron rechazados por Alphons Orie.
En su primera comparecencia, el pasado 3 de junio, poco después de ser extraditado por Belgrado, Mladic tampoco quiso pronunciarse sobre los cargos en su contra.