KABUL.- El general David Petraeus, comandante estadounidense de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, transmitió su cargo eeste lunes a John Allen, un general norteamericano que labró su reputación en Irak estableciendo alianzas con los líderes sunitas.
La ceremonia de entrega del mando tuvo lugar en Kabul, pocas horas después de que fuera asesinado un asesor clave del Presidente afgano, Hamid Karzai.
El general Petraeus parte de Afganistán después de pasar un año en la jefatura de la coalición para asumir la dirección de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), donde reemplazará a Leon Panetta, quien a su vez fue nombrado secretario de Defensa.
Petraeus parte en un momento crítico para Afganistán, después del lanzamiento el domingo del proceso de "transición" mediante el cual la OTAN transmitirá progresivamente la responsabilidad de la seguridad del país a las fuerzas afganas.
La coalición inició ya la retirada de sus fuerzas combatientes, un proceso que concreta la transición que terminará a fines de 2014.
Sin embargo, numerosos expertos dudan de la capacidad de las fuerzas afganas de garantizar por sí solas la seguridad del país.
Unos 130.000 militares de la OTAN están actualmente desplegados en Afganistán para apoyar al gobierno del presidente Karzai ante la insurrección de los talibanes, derrocados por la invasión liderada por Estados Unidos a fines de 2001.
David Petraeus, considerado como el artífice de la estrategia de Estados Unidos en Irak, reemplazó en junio de 2010 en la dirección de la coalición al general Stanley McChrystal, destituido después de que la prensa publicara declaraciones suyas muy críticas con el Mandatario, Barack Obama.
David Petraeus, promotor de un refuerzo del contingente estadounidense de 30.000 militares, fue desautorizado recientemente por el presidente Obama.
El Mandatario anunció en junio la retirada de aquí al verano de 2012 de 30.000 militares, el decir un tercio del contingente estadounidense en Afganistán.
También anunció la retirada de la totalidad de refuerzos enviados desde fines de 2009 para hacer frente al empuje de los insurgentes.
El general Petraeus, que en los últimos meses pidió una retirada mucho más limitada, reaccionó a la decisión presidencial diciendo que era "una versión mucho más radical del calendario" que le presentó a Obama.
Al término de su gestión, el balance de Petraeus es insatisfactorio.
La OTAN asegura haber parado el avance de los talibanes en sus bastiones del sur del país.
Sin embargo, los expertos responden que los talibanes están lejos de haber sido vencidos en las regiones meridionales, y destacan que la insurrección se ha reforzado en sus bastiones del este y sigue ganando terreno en el resto del país.
La ONU anunció la semana pasada que 1.462 civiles murieron en los primeros seis meses de 2011, un 15% más que en el mismo período del año anterior.
El asesinato la semana pasada de Ahmed Wali Karzai, hermanastro del Presidente y probablemente el hombre más poderoso en el sur de Afganistán, también se considera una amenaza a los avances de las fuerzas estadounidenses en Kandahar, gran bastión insurgente.