PARÍS.- François Hollande, pretendiente a la candidatura socialista para las presidenciales de Francia del año próximo, tendrá que declarar en la investigación que se lleva a cabo en París por la denuncia de violación contra el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn.
"Le Figaro" reveló hoy que los policías que dirigen las pesquisas han convocado a Hollande para que aclare si aconsejó a la periodista Tristan Banon, que acusa a Strauss-Kahn (DSK) de haberla violado en 2003, sobre si tenía que denunciar al dirigente socialista.
Hollande, que era entonces el primer secretario del Partido Socialista (PS), según "Le Figaro" había recomendado a Banon que denunciara a Strauss-Kahn, aunque él ha negado haber intervenido en uno u otro sentido en lo que ha calificado de "un acontecimiento de violencia personal".
Su declaración, programada para septiembre, podría afectar a las primarias socialistas para las que es candidato, que se celebrarán los 9 y 16 de octubre, y para las que ahora aparece como favorito en las encuestas frente a la que se configura como su gran rival, la también ex primera secretaria del PS Martine Aubry.
Sobre todo porque la facción del partido favorable a DSK podría tener la impresión de que Hollande en 2003 quería hundirlo políticamente.
"L'Express" publicó hoy las declaraciones ante la policía de la madre de Tristan Banon, Anne Mansouret, uno de los principales apoyos de la denuncia de violación de su hija a la que, de acuerdo con su propia versión, en 2003 le había aconsejado que no formalizara la acusación ante la policía por las consecuencias que podría tener.
Mansouret, que también se dedica a la política en el PS y ahora ocupa el puesto de vicepresidenta del consejo general (diputación provincial) del departamento de Eure, contó el pasado miércoles a los investigadores que ella misma tuvo en 2000 una relación sexual con DSK "consentida" pero "brutal" en una oficina.
Esos hechos ocurrieron en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en París, donde DSK trabajaba entonces como consejero especial del secretario general y Mansouret no se lo había confesado a su hija hasta ahora.
La justificación para dar cuenta ahora de esa historia es romper con la imagen de "seductor" de Strauss-Kahn y presentar a un depredador con "la obscenidad de un bruto" y cuyo apetito sexual se convierte en dominación, aseguró al semanario.
Además, Mansouret habló poco después del incidente de DSK con su hija con la ex mujer de DSK, Brigitte Guillemette (de la que es amiga desde hace años), y pidió consejo a algún responsable socialista, pero también a jueces y a abogados sobre si Banon debía denunciar al político.
La mayor parte le aconsejaron que lo hiciera.Por otra parte, fuentes judiciales confirmaron hoy que la hija de Strauss-Kahn, Camille, que vive en Nueva York y que es amiga de Banon, declaró ayer ante los investigadores franceses.
Camille Strauss-Kahn, de 26 años, conocía desde 2003 la versión de Banon de lo que había ocurrido con su padre.