KABUL.- El Ejército de Estados Unidos cree que algunos líderes talibanes podrían tomar un receso durante agosto por el mes sagrado de Ramadán, y espera que los insurgentes crucen la frontera hacia Pakistán después de varias semanas de perpetrar notorios ataques.
"Hay una enorme cantidad de discusiones sobre si los líderes talibanes dejarán a sus combatientes aquí, y especialmente si cruzarán la frontera por Ramadán", dijo el almirante Mike Mullen, el máximo militar estadounidense, refiriéndose a las conversaciones con sus comandantes en las provincias de Kandahar y Helmand.
"Veremos si ellos lo hacen o no", dijo a periodistas que viajan con él en Afganistán.
Ramadán, el mes de ayuno de los musulmanes, comenzará el lunes en Afganistán.
Es un mes lunar, pero este año coincide casi exactamente con el mes de agosto del calendario Gregoriano utilizado en la mayor parte de Occidente.
La evaluación del Ejército sobre los movimientos talibanes se da después de una serie de notorios ataques y asesinatos que han remecido el sur de Afganistán.
Los ataques han sido especialmente graves en la provincia de Kandahar, lugar de origen de los talibanes.
Un atacante suicida con bomba mató al alcalde de Kandahar el miércoles, agravando los temores de un peligroso vacío de poder en el sur de Afganistán como consecuencia del asesinato del medio hermano del presidente Hamid Karzai, Ahmad Wali Karzai.
Mullen reconoció un grado de inestabilidad política debido a los asesinatos, pero agregó que los comandantes de Estados Unidos no han reportado un deterioro en la seguridad diaria en Kandahar.
"Al menos desde el punto de vista de los comandantes, ellos no han visto eso", dijo Mullen, quien voló a Kandahar el viernes.
Mullen, en el que podría ser su último viaje a Afganistán antes de retirarse a fin de septiembre, ha sido optimista sobre los progresos en el campo de batalla y la capacidad del Ejército estadounidense de mantener su impulso incluso aunque debe cumplir con una orden de repliegue emitida el mes pasado.
La decisión del presidente Barack Obama de retirar 33.000 de los casi 100.000 soldados estadounidenses en Afganistán para fines del próximo verano boreal aceleró el calendario de repliegue inicialmente recomendado por Mullen.
El objetivo ahora es traspasar las responsabilidades de seguridad a las fuerzas afganas para el 2014.