TRAPPER CREEK.- Dos pequeños aviones chocaron ayer y uno de ellos se desplomó envuelto en llamas causando la muerte de cuatro personas, informaron las autoridades.
El segundo avión logró aterrizar de forma segura.
El Cessna 180 fue destruido por el impacto y las llamas, informó el vocero de la Administración Federal de Aviación (FAA), Ian Gregor.
"Estaba envuelto en llamas una vez en tierra", dijo la portavoz de la policía estatal de Alaska, Megan Peters.
El segundo avión, un Cessna monomotor, también sufrió daños considerables pero pudo regresar al Aeropuerto Internacional de Anchorage y aterrizar de emergencia después del choque cerca de Trapper Creek, a 128 kilómetros (80 millas) al norte de Anchorage.
El piloto Kevin Earp, de 56 años y residente de Eagle River, viajaba solo en el avión y resultó ileso, dijo Peters en un comunicado de prensa.
Agregó que cuatro cadáveres fueron recuperados de entre los escombros. Los primeros informes de las autoridades mencionaban al menos dos muertos.
La oficina forense estatal trabaja en la identificación de las víctimas y las autoridades desconocen cómo ocurrió el choque.
El accidente sucede a otro choque entre dos aviones a principios de este mes, pero en ese caso las nueve personas que iban a bordo del Piper Navajo y las cuatro que iban en un hidroavión Cessna 206 resultaron ilesas.
Los aviones del choque del 10 de julio sufrieron daños menores pero lograron aterrizar en Anchorage.
El vocero de la FAA, Mike Fergus, describió el incidente de entonces como "casi inadvertido".