MADRID.- El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero intentó hoy zanjar la polémica, tras las peticiones reiteradas para que anticipe aún más las elecciones generales, que ya fueron adelantadas al 20 de noviembre.
"Por favor, somos un país serio", manifestó hoy el portavoz del Ejecutivo socialista y ministro de Fomento, José Blanco.
"Hay una fecha y un calendario electoral, y lo que hay que hacer es respetarlo", dijo en declaraciones a Punto Radio.
Blanco apuntó al Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy y le pidió "tranquilidad".
"No vaya a ser que se les note demasiado que su único objetivo es llegar al gobierno a cualquier precio, y eso al final sea juzgado convenientemente por los ciudadanos", manifestó.
En medio del acoso de los mercados a España, que la semana pasada vio cómo se disparaba peligrosamente su prima de riesgo, a la petición del partido conservador de adelantar aún más las elecciones se sumaron otras formaciones, como los nacionalistas catalanes de Ciu.
El jefe del Ejecutivo español, muy desgastado por la gestión de una crisis económica que ha dejado casi cinco millones de desempleados en España, anunció el 29 de julio el adelanto de las elecciones generales al 20 de noviembre, cuatro meses antes de la fecha en la que debían celebrarse de manera ordinaria.
El objetivo de ese adelanto, reclamado desde hace meses por la oposición, es crear "certidumbre política y económica", según argumentó Zapatero, que no aspirará a un tercer mandato.
El candidato socialista a La Moncloa es ahora Alfredo Pérez Rubalcaba.
Todas las encuestas dan desde hace meses una holgada ventaja electoral al PP en los comicios generales.