WASHINGTON.- Los talibanes que derribaron el fin de semana un helicóptero estadounidense en Afganistán en una acción que dejó 38 muertos fueron abatidos en un ataque aéreo de la OTAN, informó hoy el jefe militar de las tropas aliadas en el país asiático, el general estadounidense John Allen.
En una conferencia telefónica desde Afganistán, Allen, que no dio cifras sobre los talibanes abatidos, indicó que el ataque tuvo lugar en torno a la medianoche de día 8, después de que las fuerzas de la coalición tuvieran noticia del paradero de esos insurgentes.
El ataque aéreo se produjo después de que el sábado murieran treinta soldados estadounidenses, siete afganos y un intérprete civil al ser derribado un helicóptero "hinook" en la provincia de Wardak.
"A aproximadamente la medianoche del 8 de agosto, las fuerzas de la coalición mataron a los insurgentes responsables de este ataque contra el helicóptero, que creemos que cayó alcanzado por una ronda de mortero", explicó el militar estadounidense en una teleconferencia de prensa en el Pentágono.
"Les seguimos la pista como hubiéramos hecho como consecuencia de cualquier operación y nos ocupamos de ellos con un ataque móvil. Tenemos la certeza de que murieron en ese ataque", agregó Allen, quien no quiso dar detalles específicos sobre la operación.
"Esta acción fue una continuación de la misión original para desmantelar (a los grupos talibanes) en la provincia de Wardak", indicó Allen acerca del ataque aéreo del día 8.
La muerte de estos talibanes "no mitiga nuestra pérdida, pero debemos continuar persiguiendo al enemigo sin cesar y lo haremos", agregó el general.
El jefe militar subrayó que "en todo Afganistán los insurgentes están perdiendo. Pierden territorio, líderes, armas y suministros. Pierden apoyo público y cada vez más insurgentes en todo Afganistán están perdiendo su determinación a luchar".
Los féretros con los cuerpos de los soldados aliados muertos en el derribo del helicóptero llegaron el martes a la base aérea estadounidense de Dover (Delaware), donde fueron recibidos por el presidente de EE.UU., Barack Obama.
El Pentágono ha anunciado la apertura de una investigación sobre el derribo del helicóptero.