AMAN.- Las fuerzas de seguridad sirias mataron al menos a ocho personas en ataques a manifestaciones contra el Presidente Bashar al-Assad en todo el país tras las plegarias del viernes.
Los activistas de Comités de Coordinación Local señalaron tener los nombres de dos manifestantes muertos en la ciudad comercial de Aleppo, uno en Homs, tres en los suburbios de la capital Damasco y dos en la provincia noroccidental de Idlib, cerca de la frontera con Turquía.
Testigos dijeron que las fuerzas sirias dispararon contra manifestantes que salían de la principal mezquita de la ciudad de Deir al-Zor.
"La inteligencia militar apuntó sus AK-47s contra la mezquita, alcanzando la unidad de aire acondicionado, que se prendió fuego. Todo el vecindario está resonando con el sonido de las balas", por teléfono un ingeniero que vive cerca de Harwil.
"Los fieles están corriendo para esconderse en los callejones", agregó.
Un residente de Hama también dijo que los manifestantes fueron atacados en la ciudad del centro del país.
Hama fue bombardeada por el Ejército a principios de mes, en una ofensiva en la que murieron más de 100 personas, de acuerdo a activistas y grupos de derechos humanos.
El activista Rami Abdel Rahman, basado en Gran Bretaña, también reportó choques en Hama y dijo que decenas de miles de personas estaban protestando en la ciudad de Homs." !Sólo nos arrodillaremos ante Dios!", gritaron los manifestantes.
A pesar de las amenazas de nuevas sanciones de Estados Unidos y los reclamos de Turquía y las naciones árabes para que detenga la represión, Assad intensificó los ataques desde el inicio del mes sagrado musulmán de Ramadán para silenciar el creciente descontento con la familia gobernante.
Los activistas dicen que al menos 19 personas murieron en manos de las fuerzas sirias cerca de la frontera con Líbano y en el corazón tribal suní del país el jueves.
La familia de Assad pertenece a la secta minoritaria alauita.
En total, sostienen que más de 1.700 civiles murieron en la represión desatada por las fuerzas de Assad desde que estallaron las protestas en marzo. Siria acusa a grupos armados por la violencia y dice que 500 soldados y policías murieron.