EL CAIRO.- El Ejército sirio intensificó hoy su ofensiva en la ciudad de Latakia -al noroeste del país- e irrumpió con vehículos blindados y tanques en Al Haula, una localidad de la provincia de Homs -en el centro de Siria-, para detener a los opositores del régimen.
En Latakia, al menos cuatro personas fallecieron en bombardeos y tiroteos en los barrios de Bustan al Samaqa, Ein, Tamra y Bustan al Hmami, informó el Observatorio sirio de Derechos Humanos, que advirtió de que el número de víctimas podría aumentar.
El Ejército se prepara para lanzar una operación contra el barrio de Al Raml y ha pedido a sus habitantes que lo abandonen antes de que comience una campaña masiva de detenciones y demolición de viviendas, dijo el portavoz de los Comités Omar Edelbe.
Además, las tropas entraron en el campo de refugiados palestinos en Al Raml, que ya fue bombardeado en la víspera, utilizando a personas como escudos humanos para disparar a otros civiles.
Posteriormente, el Ejército se dirigió a un complejo deportivo para pedir la identificación a todas las personas que habían huido de Al Raml y se habían refugiado allí, señaló Edelbe.
Tras el bombardeo, que habría matado a diez palestinos y herido a otros 75, uno de los principales líderes palestinos, Yaser Abed Rabo, acusó hoy a Siria de "crímenes contra la humanidad".
El Observatorio de Derechos Humanos precisó que el Ejército puso puestos de control en todas las entradas de la ciudad y estimó en unas 300 personas el número de detenidos en la zona.
En la ya castigada provincia de Homs, en el centro de Siria, decenas de vehículos blindados y tanques del Ejército entraron en la localidad de Al Haula, donde se registraron tiroteos indiscriminados y el despliegue de "shabiha" (matones del régimen) en las calles.
En Idleb (norte), decenas de coches blindados y todoterrenos cargados con artillería pesada irrumpieron en la zona de Maara al Noman y detuvieron a 8 personas, mientras que en Deir al Zur (este) las fuerzas de seguridad colocaron barreras por toda la ciudad para proseguir con las detenciones.
En la zona de Kafr Naboda, ubicada en la céntrica provincia de Hama, las fuerzas de seguridad entraron varios pueblos e hirieron a un número indeterminado de personas tras dispararles con artillería pesada.
De esta forma, el Ejército continúa reprimiendo la revuelta popular contra el régimen de Bachar al Asad que se inició el pasado marzo en forma de multitudinarias manifestaciones.
La ofensiva militar se ha intensificado desde el inicio del mes de ayuno de ramadán, al comienzo de agosto, a pesar de los últimos llamados de la comunidad internacional a detener la violencia.
Dos países clave para Siria, sus vecinos Turquía y Jordania , evidenciaron hoy la profunda incomodidad que les produce la masacre a las puertas de sus fronteras, y pidieron de forma contundente el cese inmediato de la violencia.
Aunque el bloqueo informativo en el país imposibilita la verificación de los datos, el Observatorio sirio de Derechos Humanos calcula que 1.827 civiles y 416 miembros de las fuerzas del orden han fallecido como consecuencia de la represión.