WASHINGTON.- El vicepresidente de Estados Unidos, Joseph R. Biden, comienza mañana una gira por Asia marcada por las actuales turbulencias económicas y en la que uno de los principales objetivos es entablar una relación con las próximas autoridades chinas.
El viaje llega en momentos de fuertes turbulencias en la economía global, que han llevado a China a exigir públicamente a Estados Unidos responsabilidad en su política fiscal.
Durante su estancia en China, de cuatro días y la etapa más importante del viaje, el vicepresidente estadounidense transmitirá a las autoridades de la República Popular que Estados Unidos está decidido a hacer frente a sus desafíos fiscales.
"El vicepresidente estará en una buena posición para tratar sobre el sólido acuerdo para reducción del déficit que hemos concluido recientemente", subrayó la subsecretaria del Tesoro para Asuntos Internacionales, Lael Brainard, en alusión al acuerdo para aumentar el techo de la deuda que prevé recortes del gasto público de 2,1 a 2,4 billones de dólares.
La relación económica entre Estados Unidos y China ha adquirido gradualmente mayor importancia global e interdependencia en los últimos años, en los que Pekín se ha hecho con el control de cerca de 1,2 billones de dólares en deuda del Tesoro estadounidense, el mayor tenedor extranjero del mundo.
Por su parte, Estados Unidos, la primera potencia económica del mundo, es uno de los principales clientes de las exportaciones chinas.
Precisamente, uno de los mensajes que llevará Biden a Pekín será la necesidad de que China ahonde en la transformación de su economía en una basada en las exportaciones a otra donde la demanda interna tenga mayor peso, algo que, según considera Estados Unidos, beneficiará al mundo entero ante la debilidad de los mercados tradicionales.
El vicepresidente transmitirá también el mensaje ya tradicional de Washington: la necesidad de que China permita una flotación más libre de su divisa, el yuan.
No obstante, recordó Lael Brainard, desde junio de 2010 el yuan se ha apreciado cerca de un 7% con respecto al dólar en términos nominales y aún más si se tiene en cuenta la inflación.
Visita política
Pero si la visita del vicepresidente tendrá un importante contenido económico, también desarrollará un importante cometido político.
Según el responsable para Asia en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Daniel Russell, será la primera vez que un funcionario de Estados Unidos de tan alta categoría pase una cantidad significativa de tiempo con Xi Jinping, con quien abordará "toda la gama de asuntos en nuestra relación bilateral y en la región".
"Es un ejemplo de nuestra inversión en el futuro de la relación chino-estadounidense... Procuramos mantener relaciones habituales y de alto nivel con los líderes chinos como manera de garantizar que podamos hablar directamente y con autoridad sobre toda la gama de asuntos en los que trabajamos", declaró Russell.
Entre el 22 y el 24, el vicepresidente se trasladará a Japón, donde se reunirá con el primer ministro Naoto Kan y visitará la ciudad de Sendai para transmitir el apoyo de Estados Unidos a ese país tras el terremoto, tsunami y accidente nuclear del pasado marzo.