El Papa será recibido en Madrid por jóvenes de casi 200 países que participan en la Jornada Mundial de la Juventud.
EFEMADRID.- El Papa Benedicto XVI aterrizará el mediodía del jueves (6 de la mañana en Chile) en Madrid, donde lo esperarán más de un millón de jóvenes participantes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Las calles de Madrid se encuentran "tomadas" desde el fin de semana por jóvenes peregrinos quienes, vestidos con coloridas camisetas de la JMJ, cantan y dan palmas por toda la ciudad, exhibiendo su fe bajo el calor sofocante que por estos días afecta a ese país europeo.
Según la organización del encuentro, entre 1 millón y 1,5 millón de jóvenes de casi 200 países se han congregado en Madrid, en uno de los mayores encuentros internacionales organizados por la Iglesia Católica.
"Somos miles, somos fuertes y queremos demostrárselo al mundo", decía estos días una joven a la espera de la llegada del Papa.
La tercera visita de Benedicto XVI a España es pastoral, no de Estado. Pese a ello, los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, recibirán al pontífice en el aeropuerto. Y el viernes, acudirá al Palacio de la Zarzuela, la residencia oficial de los monarcas, en una "visita de cortesía".
Ese mismo día por la tarde será el jefe del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien se desplazará a la Nunciatura para mantener un encuentro con el Papa.
Impulso a la evangelización
la Iglesia espera que el encuentro dé un impulso decisivo a la evangelización de las nuevas generaciones, especialmente en la secularizada Europa.
Durante la vigilia del viaje, el pontífice expresó su "alegría" por poder reunirse con los jóvenes católicos de todo el mundo. Pidió a los fieles que se unan espiritualmente a él con las plegarias para que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid, "importante evento eclesial, dé abundantes frutos".
"Que vuestra oración me sostenga y acompañe en el viaje apostólico que emprendo a España", dijo, durante la audiencia pública de los miércoles celebrada en la residencia de Castel Gandolfo, cuando saludó en español a los fieles procedentes de España y América Latina.
"El gran desafío: hablar a los jóvenes"
Esta es la tercera JMJ que preside Benedicto XVI, tras las realizadas de Colonia (Alemania, 2005) y Sidney (Australia, 2008). Fueron creadas por el Papa Juan Pablo II en 1984.
En Madrid, el actual Pontífice exhortará a los jóvenes a no tener miedo a descubrir a Cristo. A la vez, denunciará el relativismo y la cultura que tiende a excluir a Dios de la sociedad, según el mensaje que envió con motivo del masivo encuentro.
Benedicto XVI, de 84 años, considera que hablar a los jóvenes es el "gran desafío" de la Iglesia. Busca demostrar que no es verdad que son consumistas y materialistas, y ha pedido a los gobernantes que den respuestas a sus peticiones, especialmente en esta época de crisis.
Ir y venir de peregrinos
Situada en el madrileño barrio obrero de Entrevías, la pequeña parroquia de Santa Eulalia es una de las decenas en España que acoge en estos días a grupos de jóvenes latinoamericanos que participan en la JMJ.
Guiados por el sacerdote colombiano Edison Mesa, los asistentes esperan "ilusionados" su encuentro con el Papa.
"Tenemos alojados unos 800 jóvenes de varios países, muchos de habla hispana, como venezolanos, colombianos y mexicanos, pero también otros llegados de Bélgica y Holanda, Polonia e Italia", explicó el sacerdote.
Los alrededores de la iglesia madrileña, donde el padre Mesa ejerce como vicario desde hace tres años se han convertido esta semana en un ir y venir de peregrinos de distintas nacionalidades que, según el párroco, "hablan distintos idiomas, pero comparten el lenguaje del amor".