MADRID.- El Papa Benedicto XVI reclamó hoy a los seminaristas de todo el mundo una "radical fidelidad evangélica", renunciando a "todo deseo mundano" y "obedeciendo las disposiciones" de la Iglesia Católica.
Durante la misa que celebró en la catedral madrileña de La Almudena ante cientos de seminaristas, el Pontífice alemán advirtió a los futuros religiosos que solo deben optar por el sacerdocio si están "plenamente decididos a ejercerlo obedeciendo las disposiciones de la Iglesia".
El Papa subrayó en su homilía que el ejercicio del sacerdocio exige renunciar a "todo deseo mundano" y "vivir el celibato por el Reino de los cielos".
Asimismo, ello requiere "el desprendimiento de los bienes de la tierra, la austeridad de vida y la obediencia sincera y sin disimulo", subrayó el jefe de la Iglesia Católica.
"No os dejéis intimidar por un entorno en el que se pretende excluir a Dios y en el que el poder, el tener o el placer a menudo son los principales criterios por los que se rige la existencia", dijo el pontífice, de 84 años, a los seminaristas, muchos de ellos procedentes de América Latina, la región más católica del mundo.
"Puede que os menosprecien, como se suele hacer con quienes evocan metas más altas o desenmascaran los ídolos ante los que hoy muchos se postran. Será entonces cuando una vida hondamente enraizada en Cristo se muestre realmente como una novedad y atraiga con fuerza a quienes de veras buscan a Dios, la verdad y la justicia", recalcó el Pontífice.
Sin embargo, Joseph Ratzinger animó a los seminaristas a vivir su formación "en amorosa relación con el tiempo y las personas en medio de las que vivís".
Y agregó: "Cada época tiene sus problemas, pero Dios da en cada tiempo la gracia oportuna para asumirlos y superarlos con amor y realismo".
Antes de oficiar la misa en la catedral de La Almudena, sede episcopal de la Archidiócesis de Madrid, el papa había confesado a cuatro jóvenes en el Parque del Retiro.
En el principal "pulmón verde" de la capital se habían instalado 200 confesionarios para que igual número de sacerdotes de todo el mundo oyeran las confesiones de jóvenes católicos que participan en la Jornada Mundial de la Juventud, que concluirá este domingo.