RABAT.- El rey Mohamed VI pidió hoy, en un discurso dirigido a la nación, que las elecciones legislativas anticipadas del próximo 25 de noviembre se lleven a cabo de forma transparente y que se ponga fin "al uso tendencioso de la religión y de los valores sagrados en las contiendas electorales".
La nueva Constitución profundiza en la separación de poderes y en el carácter parlamentario del sistema político marroquí. Las autoridades gubernamentales y judiciales encargadas de la organización de las elecciones deben luchar contra "la compra de votos que amañan las elecciones, y tienen que hacer frente al abuso de poder y al uso tendencioso de la religión y de los valores sagrados en las contiendas electorales", dijo el monarca.
En su discurso, transmitido por las cadenas de radio y televisión y que duró doce minutos, el soberano pidió a todos los actores políticos que "adopten la transparencia en sus posturas para afianzar la credibilidad de dichas elecciones".
Mohamed VI, que mañana, domingo, cumplirá 48 años, aseguró que "la aplicación de la nueva Constitución representa el punto de partida para el proceso de la acción política que busca promover el desarrollo, dentro de un clima de respeto colectivo de la ley".
Destacó que "ha llegado la hora de romper definitivamente con las prácticas electoralistas deshonrosas".
El pasado martes, el ministro del Interior marroquí, Taieb Cherkaui, anunció que Marruecos celebrará el 25 de noviembre elecciones legislativas anticipadas para adaptar las instituciones al marco establecido por la nueva Constitución, aprobada en referéndum el 1 de julio.
Durante esta semana, partidos como la Agrupación Nacional de Independientes (RNI) o el islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD) criticaron la fecha acordada para la celebración de los comicios, y afirmaron que les fue impuesta.
El Parlamento surgido de los comicios abrirá un nuevo ciclo político en Marruecos, impulsado por el rey Mohamed VI el pasado 9 de marzo, con el anuncio de reforma de la Constitución.
A pesar de que la Constitución fue aprobada por una abrumadora mayoría, el Movimiento 20 de Febrero, que pide profundas reformas políticas y sociales, y que hoy hace siete meses que celebró su primera protesta, continúa manifestándose cada fin de semana en Marruecos.