MADRID.- Benedicto XVI pidió hoy a los cientos de miles de jóvenes que asisten a la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que no se puede seguir a Jesús sin seguir a la Iglesia, "ya que quien cede a la tentación de ir por su cuenta corre el riesgo de no encontrar nunca a Cristo".
"Seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguirlo en solitario. Quien cede a la tentación de ir por su cuenta o de vivir la fe según la mentalidad individualista que predomina en la sociedad corre el riesgo de no encontrarle o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él", afirmó.
El Pontífice invitó a los jóvenes a responder con "generosidad y valentía" a Cristo, "como corresponde a unos corazones jóvenes como los vuestros".
"No os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe. El mundo necesita el testimonio de vuestra fe, necesita ciertamente a Dios", afirmó.
El obispo de Roma dijo también que la Iglesia "no es una simple institución humana, como otra cualquiera, sino que está estrechamente unida a Dios".
"El mismo Cristo se refiere a ella como 'su' Iglesia. No se puede separar a Cristo de la Iglesia, como no se puede separar la cabeza del cuerpo. La Iglesia no vive de sí misma, sino del Señor. Él está presente en medio de ella, y le da vida, alimento y fortaleza", aseguró.
Benedicto XVI invitó a los jóvenes a fortalecer la fe y les dijo que tener fe es apoyarse en la de los hermanos y que sirve de apoyo para la de otros.
"Os pido, queridos amigos, que améis a la Iglesia, que os ha engendrado en la fe, que os ha ayudado a conocer mejor a Cristo, que os ha hecho descubrir la belleza de su amor", subrayó.
El Papa aseguró que para que "crezca" la amistad de los jóvenes con Cristo es "fundamental" que formen parte de las parroquias, comunidades y movimientos.
Indicó que es necesario también "la participación en la eucaristía de cada domingo, la recepción frecuente del sacramento del perdón, y el cultivo de la oración y meditación de la Palabra de Dios".
De esa amistad con Jesús, añadió, nacerá también el impulso que lleva a dar testimonio de la fe en los más diversos ambientes, incluso allí donde hay rechazo o indiferencia.
El Papa manifestó que no se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás.
"Por tanto, no os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe. El mundo necesita el testimonio de vuestra fe, necesita ciertamente a Dios", señaló.
"Pienso que vuestra presencia aquí -continuó-, jóvenes venidos de los cinco continentes, es una maravillosa prueba de la fecundidad del mandato de Cristo a la Iglesia: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación".
Benedicto XVI señaló que a la juventud incumbe la "extraordinaria tarea" de ser discípulos y misioneros de Cristo "en otras tierras y países donde hay multitud de jóvenes que aspiran a cosas más grandes y no se dejan seducir por las falsas promesas de un estilo de vida sin Dios".