NUEVA YORK.- El juez de Nueva York, Michael Obus, retiró hoy todos los cargos que pesaban desde mayo pasado contra el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Kahn, por agresión sexual e intento de violación.
El magistrado aceptó así la recomendación de la Fiscalía y desestimó las siete acusaciones contra Strauss-Kahn tras la denuncia presentada por la camarera Nafissatou Diallo.
Con esta resolución judicial, el político y economista francés quedó libre del arresto domiciliario, por lo que podría abandonar hoy mismo EE.UU., si así lo decide.
El difundido caso dio un vuelco el mes pasado, cuando aparecieron las primeras dudas respecto a las declaraciones de la camarera del hotel de Nueva York, ya que se contradijo en las versiones expresadas, respecto a la agresión sexual sufrida por el jefe del FMI.
Los fiscales argumentaron que las pruebas de ADN demostraron que hubo contacto sexual, pero que no necesariamente se trató de un ataque. También explicaron que los resultados médicos no fueron concluyentes.
Tras el fallo judicial, Strauss -Kahn agradeció a quienes lo apoyaron. "Estos últimos meses han sido una pesadilla para mí y mi familia. Agradezco a todos los amigos en Francia y Estados Unidos que han creído en mi inocencia", declaró en un comunicado, en el que también agradeció al juez del caso.
Poco antes, Strauss -Kahn llegó al tribunal, luciendo traje oscuro y camisa clara, en compañía de su esposa, Anne Sinclair, que lucía falda y chaleco negros, para escuchar la decisión del juez.
Gritos de los manifestantes apostados en la calle se escuchaban en medio de la calma de la corte en el piso 13.
La desestimación de los cargos puso fin al espectacular y sórdido caso de tres meses que cautivó al mundo y que puso de cabeza al sector político francés.
Afuera del tribunal, cerca de una treintena de mujeres protestaban contra la decisión de la fiscalía de solicitar la desestimación de cargos de agresión sexual.
Con pancartas en las que se leía "¡DSK, das vergüenza y también el fiscal!" y "¡Nafissatou, te creemos!", las mujeres manifestaban por segundo día consecutivo.