PARÍS.- Sesenta países y organizaciones internacionales participan el jueves en París en la Conferencia de Amigos de Libia impulsada por Francia y Gran Bretaña para respaldar la transición libia a la democracia, mientras el dirigente libio Moammar Jaddafi sigue en paradero desconocido.
Casi seis meses después de la conferencia del 19 de marzo en París que marcó el inicio de las operaciones militares contra Jaddafi, el Presidente francés Nicolas Sarkozy -junto al Primer Ministro británico David Cameron- volverá a ser el anfitrión de esta primera gran conferencia internacional sobre Libia.
"Vamos a recibir en el Elíseo a las nuevas autoridades de Trípoli. Junto a todos los países representados, con la ONU, la Liga Árabe, la Unión Africana, vamos a dar vuelta la página de la dictadura y de los combates y abrir una nueva era de cooperación con Libia", adelantó Sarkozy el miércoles ante los embajadores de Francia reunidos en París.
A la Conferencia de Amigos de Libia, que comenzará pasadas las 17.30 locales (12 horas de Chile) en el Elíseo, sede de la presidencia, y al cabo de la cual -hacia las 20.00 horas- está prevista una conferencia de prensa Sarkozy-Cameron, asistirán, entre otros, los 28 países y siete organizaciones que integran el Grupo de Contacto, encargado de la coordinación política de las operaciones en Libia.
El jefe de gobierno de Canadá, Stephen Harper, su homóloga alemana, Angela Merkel, el italiano Silvio Berlusconi y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero participarán en el encuentro.
También estarán el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, su par de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Alain Juppe, de Estados Unidos, Hillary Clinton y de Turquía, Ahmet Davutoglu, entre otros.
China, Rusia, Brasil, Sudáfrica e India, opuestos a los ataques aéreos lanzados sobre Libia por considerar que van más de la resolución 1973 de la ONU y que a fines de marzo pasaron bajo mando de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) también fueron invitados.
Rusia, que el jueves reconoció la legitimidad del Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano político de la rebelión, participará con un emisario y Brasil estará representado por su embajador en El Cairo, Cesario Melantonio.
Incluso Argelia adelantó el jueves estar dispuesta a reconocer al CNT y descartó dar asilo a Jaddafi.
"Argelia no tomará partido a favor de Jaddafi", dijo en París el canciller argelino, Murad Medelci Meldeci. "Jamás consideramos la hipótesis de que Jaddafi pueda venir a golpear a nuestra puerta", aseguró.
El CNT, reconocido como único representante legítimo del pueblo libio, estará representado por su presidente Mustafá Abdul Jalil y por su número dos, Mahmud Jibril.
Ambos aprovecharán la conferencia de París para presentar una "hoja de ruta" sobre la transición a la democracia y reclamar una vez más a la comunidad internacional que desbloquee los activos del régimen libio en bancos extranjeros estimados en 50.000 millones de dólares y congelados por resoluciones de la ONU.
"Es fundamental lograr el éxito de la transición tras las operaciones militares exitosas", indicaba esta semana la presidencia francesa, antes de subrayar que "en el plano militar, la partida está jugada".
Los rebeldes libios piden una ayuda de urgencia de 5.000 millones de dólares para tres aéreas prioritarias: seguridad, educación y salud.
Tras la entrada de las tropas rebeldes en Trípoli hace 11 días, Abdul Jalil prometió que las nuevas autoridades "favorecerán a los países que nos ayudaron". "Los trataremos en función de lo que nos han aportado", sostuvo.
Según el diario francés Liberation, Francia ya concluyó un acuerdo con el CNT que le atribuye la explotación del 35% del petróleo libio.
Libia, principal reserva petrolera de África y cuarto productor del continente, exportaba antes de la revuelta contra el régimen de Jaddafi el 80% de su producción hacia Europa, en particular Italia y Francia.
La Unión Europea anticipó que el viernes levantará parte de las sanciones impuestas a empresas petroleras y a puertos libios.
En vísperas de la Conferencia, Francia anunció que desbloqueará 1.500 millones de euros para el CNT; Italia 500 millones de euros y España 16 millones de euros.
Mientras tanto, Jaddafi, el dirigente libio que estuvo en el poder más de 42 años, y por quien el CNT ofreció una recompensa de 1,7 millones de dólares vivo o muerto, sigue en paradero desconocido.