BRASILIA.- La presidenta Dilma Rouseeff descartó el martes en un mensaje a la nación que la crisis internacional amenece seriamente a Brasil, pero advirtió que su gobierno protegerá el vigoroso mercado interno de la competencia desleal de "activos extranjeros".
"La crisis no nos amenaza fuertemente porque Brasil cambió para mejor", afirmó la mandataria en víspera de los festejos por el día de la independencia brasileña.
Según Rousseff, Brasil enfrentará la difícil coyuntura económica internacional ampliando y defendiendo el mercado interno, "que ya es uno de los mas vigorosos del mundo".
"Por eso quiero dejar bien claro que nuestro gobierno no permitirá ataques a nuestras industrias y a nuestros empleo; no va a permitr más que activos extranjeros vengan a competir de forma desleal con nuestros recursos", anunció la mandataria, quien presidirá por primera vez la celebración del 7 de septiembre desde que asumió el poder en enero.
Brasil, la principal economía latinoamericana, acusa a Estados Unidos y China de alentar prácticas para devaluar sus monedas, mientras el real se valoriza. Como resultado, la industria brasileña pierde competitividad y aumentan las importaciones.
"Estaremos bien atentos para evitar cualquier efecto más grave de la crisis", añadió Roussef, precisando que al mismo tiempo el gobierno seguirá estimulando el empleo, el consumo, así como la apertura y ampliación de empresas.
La presidenta brasileña insistió en que Brasil está "plenamente preparado" para la crisis: "Nuestras reservas internacionales están más solidas que nunca, el crédito continúa creciendo y la inflación esta bajo control, los intereses volvieron a bajar y la estabilidad de la economía esta garantizada".
El mercado financiero redujo esta semana las previsiones de crecimiento de Brasil a 3,67% para este año, según analistas y operadores consultados por el Banco Central (BC), mientras que la inflación ya alcanzó 7,23% en 12 meses, su mayor nivel de los últimos seis años.
Preocupado con el impacto de la crisis internacional, el BC redujo el miércoles la tasa de interés de referencia en medio punto, a 12% al año, una de las más altas del mundo.