CIUDAD DE MÉXICO.- La policía de Ciudad de México detuvo a un hombre y a seis miembros de su familia, que mantuvieron secuestrados y sometidos a abusos durante siete años a un adolescente y dos jovencitas, con las que tuvo cinco hijos.
Una de las jóvenes y su bebé de tres meses murieron por los malos tratos en 2009, mientras que los demás vivían encerrados en un cuarto sin poder salir ni para ir al baño, según declaró el procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera.
Las autoridades rescataron de una casa de Iztapalapa, un barrio populoso de la capital, a las seis víctimas sobrevivientes: una mujer ahora de 21 años, su hermano, tres niños, de dos, cuatro y cinco años, y un bebé de tres meses, hospitalizado por golpes.
El caso comenzó en 2004 cuando el principal acusado, un hombre de 32 años apodado ahora "El monstruo de Iztapalapa", entabló una relación sentimental con una mujer que trabajaba de conserje en una escuela y que tenía tres hijos.
El hombre empezó a tener relaciones con las niñas, entonces de 12 y 14 años, y obligó a su hermano, también menor de edad, a trabajar en la calle y lo golpeaba con frecuencia."No estoy loco, cínico sería la palabra precisa", declaró el abusador.
Ante el temor de ser abandonada, la madre de los jóvenes y abuela de los pequeños, que también está detenida, "no denuncia a su pareja y tal era el sometimiento que le entregaba su sueldo así como sus ahorros", relató Mancera.
Los detenidos son, además, tres hermanos y una hermana del abusador. Los cargos son secuestro, homicidio calificado, lesiones, corrupción de menores, explotación de menores y violencia familiar.
El principal acusado mostró cinismo al ser trasladado a la cárcel. "Como dice por ahí: para bailar danzón se necesita dos personas, luego entonces, la señora (madre de los tres jóvenes) permitía todo y sabía que lo hacíamos para satisfacer una fantasía", afirmó.
Después de asesinar a golpes a una de las jóvenes en 2009, puso a su bebé a amamantarse del cadáver, con lo cual la pequeña murió asfixiada.
Durante un mes tuvo los cuerpos escondidos en la vivienda tapados con cal y creolina, hasta que la abandonó a un costado de una autopista.
El caso se conoció después de que la madre finalmente denunció a su pareja en julio.