Una protesta contra el aborto realizada en Bogotá, Colombia.
APBOGOTÁ.- Un promedio de 400.000 abortos inducidos se registran al año en Colombia, cifras superiores al promedio en Latinoamérica y el Caribe, según un estudio divulgado este miércoles en Bogotá por el instituto Guttmacher de Nueva York.
"El registro en Colombia es más alto que el promedio estimado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Latinoamérica y el Caribe, que es de 31 por cada 1.000 mujeres. La nuestra es de 39 por 1.000 mujeres, más alta que en México y Guatemala, pero más baja que en Perú", precisó a Elena Prada, investigadora del Instituto.
"Anualmente ocurren 412.000 abortos inducidos. Visto de otra forma, cada año una de cada 26 colombianas en edad reproductiva (15 a 44 años) tiene un aborto, de acuerdo con la última investigación realizada en 2008, que acabamos de consolidar", explicó Prada.
La gran mayoría de los abortos sigue ocurriendo en la clandestinidad. Según el instituto Guttmacher, en 2008 el 99,92% de ellos fueron practicados de manera clandestina e ilegal.
En 2006, la Corte Constitucional de Colombia derogó la prohibición absoluta del aborto, permitiendo el procedimiento en casos de riesgo para la vida o la salud de la mujer, malformación fetal incompatible con la vida, y violación o incesto.
No deseados
El informe señala, asimismo, que en Colombia se registran anualmente 911.897 embarazos no planeados, lo que significa 89 por cada 1.000 mujeres, y cerca del 44% de ese tipo de embarazos termina en aborto inducido.
"Esta tasa es un 25% más alta que el promedio para toda Latinoamérica y el Caribe", lamentó Prada, coautora del informe.
El documento se basó en sondeos a 300 instituciones prestadoras de salud, más de 120 médicos especialistas, encuestas nacionales de demografía y salud, así como en cifras de la OMS.
Agregó que mientras en 1989 el 52% de los embarazos registrados en el país sudamericano no fueron planeados, para 2008 esa cifra aumentó a 67%.
Sin embargo, Prada señaló que la tasa de aborto inducido ha permanecido relativamente estable en las últimas dos décadas, al pasar de 36 por cada 1.000 mujeres en 1988 a 39 por 1.000 en 2009, lo que significó un aumento de 8%.