EL CAIRO.- Centenares de manifestantes egipcios derribaron partes de un muro de seguridad erigido recientemente cerca de la entrada de la embajada Israelí en El Cairo.
Las fuerzas de seguridad no intervinieron cuando la multitud trepó el muro, lo golpeó con martillos y arrancó grandes fragmentos. El muro fue levantado recientemente para protección frente a los manifestantes.
Un grupo incluso logró entrar al recinto diplomático y arrojó gran cantidad de documentos por las ventanas.
Fuera de la embajada israelí, los manifestantes bajaron la bandera israelí de un edificio de 21 pisos por segunda ocasión en menos de un mes.
Horas más tarde, varios centenares de soldados y decenas de vehículos blindados se concentraron en las cercanías de la embajada asaltada.
Desde la caída de Hosni Mubarak se han multiplicado los reclamos en Egipto de derogar el histórico tratado de paz con Israel de 1979, que nunca ha tenido apoyo popular. La furia creció el mes pasado cuando fuerzas israelíes, en respuesta a un ataque transfronterizo, mataron por error a cinco agentes de policía egipcios.
Violentos choques con la policía
Los participantes en la protesta marcharon a la embajada desde la plaza Tahrir, donde miles protestaban contra la lentitud de las reformas bajo el gobierno militar. Y es que siete meses después del levantamiento popular que derribó a Mubarak, muchos sectores presionan para acelerar cambios en la estructura institucional del país, por la realización de procesos judiciales más transparentes a las antiguas figuras del régimen acusadas de corrupción y por el establecimiento de una agenda clara para las elecciones parlamentarias.
Según el Ministerio de Sanidad egipcio, citado por la televisión pública, 450 personas resultaron heridas en choques entre manifestantes y policías. Una persona falleció de un ataque al corazón.
En el barrio de Guiza, donde se ubica la embajada israelí se escucharon disparos, aparentemente provenientes de las cercanías de una comisaría. Durante los disturbios, los manifestantes lanzaron cocteles molotov contra vehículos policiales.
Entre los egipcios ha crecido la desconfianza hacia el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que asumieron el control del país cuando Mubarak dejó el poder el 11 de febrero después de casi tres décadas en el poder.
El organismo, encabezado por el ministro de defensa de Mubarak, mariscal Hussein Tantawi, ha externado su apoyo a la revolución y a aquellos que piden democracia y justicia.
Sin embargo, los activistas lo acusan de seguir muy cerca del régimen de Mubarak y de utilizar prácticas de represión policíaca similares, incluyendo el abuso a detenidos. Los juicios de miles de civiles en las cortes militares también han molestado a los activistas.
"En un principio estuvimos con los militares porque ellos aseguraban ser protectores de la revolución, pero pasan los meses y no hay cambios", dijo el doctor Ghada Nimr, uno de los manifestantes en la plaza Tahrir.
Un cartel en El Cairo expresa lo que muchos piensan: "Egipcios, salgan de sus casas, Tantawi es Mubarak".