ROMA.- Poco más de un centenar de "indignados" se manifestaron hoy en Roma contra el plan de ajuste económico del Gobierno de Italia y los costes y privilegios de la clase política del país, en una protesta que se extenderá hasta mañana.
La marcha tuvo lugar el último fin de semana antes de que el plan de austeridad del Ejecutivo italiano, por valor de 54.265 millones de euros, sea aprobado en el Congreso de los Diputados el próximo martes o miércoles, según anunció hoy el primer ministro, Silvio Berlusconi.
Los "indignados" de Roma se concentraron en las inmediaciones de la Estación Termini para marchar después, con pancartas con el lema "Plaza Limpia: No somos mercancías de políticos y banqueros", a la Plaza de San Juan de Letrán, donde algunos instalaron tiendas de campaña para pasar la noche.
El grupo de "indignados" se declaró "apartidista" y se desmarcó de posibles financiaciones o injerencias de formaciones políticas, por lo que se prohibió la utilización de símbolos o banderas y la presencia de líderes, además de rechazar el uso de la violencia.
Los manifestantes quisieron evitar así que se reprodujeran los incidentes registrados durante la huelga general del 6 de septiembre que colapsó el país durante ocho horas, cuando varios manifestantes se enfrentaron a las fuerzas del orden en Roma y Nápoles.
Los escritores Andrea Camillieri, Antonio Tabucchi, el dramaturgo y Premio Nobel de Literatura Dario Fo o el filósofo Paolo Flores D'Arcais firmaron un manifiesto de apoyo a los "indignados" italianos, que no lograron concentrar a un número importante de personas, a pesar de haber realizado la convocatoria a través de las redes sociales.
El movimiento activista político "Pueblo Violeta", surgido en 2009 para exigir la dimisión de Berlusconi, se adhirió también a la convocatoria.