WASHINGTON.- Centenares de personas se dieron cita hoy en Shanksville, Pensilvania, para guardar un minuto de silencio en una ceremonia de homenaje a las víctimas del vuelo 93 allí fallecidas en los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene prevista su llegada a Shanksville en breve para depositar una corona de flores en la zona donde impactó el cuarto de los aviones que los terroristas de la red Al Qaeda secuestraron ese día.
Un total de cuarenta personas viajaban en aquel vuelo, el único que no llegó al destino que planeaban los terroristas, supuestamente el Capitolio en Washington.
Los pasajeros, que conocían lo que había ocurrido pocos minutos antes en Nueva York, optaron por asaltar la cabina del piloto donde se habían encerrado los terroristas y sacrificar sus vidas para evitar un desastre mayor.
El avión acabó precipitándose contra un descampado en la localidad de Shanksville.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los expresidentes George W. Bush y Bill Clinton participaron ayer en la ceremonia de dedicación de la primera fase del monumento a aquellos viajeros.
El presidente estadounidense llegará a Shanksville procedente de Nueva York, y tiene previsto continuar su periplo con una visita al Pentágono, en las afueras de Washington, donde esta tarde depositará una corona de flores en homenaje a las 184 víctimas allí fallecidas hace diez años.