BANI WALID.- Los combatientes del nuevo régimen en Libia enfrentaban una importante resistencia cerca de Bani Walid, de parte de tropas fieles al derrocado líder Moammar Jaddafi, mientras que uno de sus hijos se refugió en Níger.
Saadi Jaddafi, ex futbolista que también dirigía una unidad de elite del Ejército, se encontraba en un convoy interceptado el domingo por el ejército de Níger al norte de este país, según las autoridades locales.
De 38 años, Saadi se había declarado dispuesto a rendirse para "detener el derramamiento de sangre", calificando a los rebeldes de "hermanos", en una entrevista a la televisión "Al Arabiya" el 31 de agosto.
Las nuevas autoridades dijeron que lo protegerían si se rendía.
Mientras Jaddafi y su hijo Seif Al Islam, uno de los más influyentes, siguen en paradero desconocido, varios de sus allegados y ex generales se refugiaron en Níger que sin embargo afirmó que cumpliría sus compromisos con la justicia internacional si había libios requeridos por ésta en su territorio.
Otros dos de los ocho hijos de Jaddafi- Hannibal y Mohamed - su hija Aicha y su esposa Safiya huyeron a Argelia. Sus otros dos hijos, Seif al-Arab y Jamis, habrían muerto.
Casi 48 horas después expirar el plazo fijado a los pro-Jaddafi para rendirse, las fuerzas del Consejo Nacional de Transición (CNT), salido de la rebelión, aún no había lanzado ninguna ofensiva de envergadura, si bien hubo combates el domingo en Bani Walid (170 kilómetros al sureste de Trípoli).
En el puesto médico de Ouichtata, un poblado cercano, una periodista vio a tres muertos. Un cirujano de un hospital de campaña cercano dijo haber recibido 10 muertos y 20 heridos.
"Bani Walid está llena de armas, las hay en cada casa. Hay francotiradores por todas partes que nos impiden avanzar", relató un combatiente, que también señaló actitudes de "traición", de "gente que pretende estar con los revolucionarios pero que de hecho están con Jaddafi".
El domingo, una radio pro-Jaddafi de Bani Walid llamó a los habitantes a la resistencia, difundiendo mensajes de manera continuada: "Vienen para matarnos. Quieren expandir la corrupción y la destrucción. Id ahora que estáis armados, no hay excusa posible. Es la hora de la guerra santa".
En el frente occidental de Sirta, a 370 kilómetros al este de Trípoli, cientos de combatientes bien armados llegados con 200 camionetas de Misrata, más al oeste, comenzaron a avanzar hasta esta región natal de Jaddafi, según un periodista de la AFP.
En el frente oriental de Sirta, los combatientes pro-CNT estaban aún a unos sesenta kilómetros de la ciudad y avanzaban por pequeñas etapas. Según un comandante del frente, "no habrá gran ofensiva antes de una semana".
Después del fracaso de las negociaciones para una rendición pacífica de los bastiones pro-Jaddafi como Bani Walid, Sirte y Sebha (centro), el presidente del CNT, Mustafá Abdul Jalil, autorizó el sábado a los combatientes para lanzar la ofensiva cuando lo estimaran oportuno.
También llamó a los combatientes a unirse "para liberar las ciudades", en el momento en que doce personas murieron en enfrentamientos fratricidas el sábado al suroeste de Trípoli, primer incidente de este tipo en siete meses de conflicto.
El número dos del CNT, Mahmud Jibril, anunció el domingo la formación de un gobierno de transición de aquí "una semana o diez días" para administrar el país.
Los bancos libios acordaron retirar de la circulación los billetes de 50 dinares (40 dólares) con el retrato de Moammar Jaddafi.