ROMA.- Los fiscales de Nápoles han puesto a disposición del Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, cuatro fechas, del 15 al 18 de septiembre, para que se presente a declarar sobre el caso de chantaje que supuestamente sufrió o podrán pedir al Parlamento que obligue al Mandatario a presentarse.
Berlusconi iba a ser hoy interrogado en Roma, en el Palazzo Chigi, sede del Gobierno, pero su viaje en el último momento a Estrasburgo y Bruselas obligó a cancelar su declaración como parte ofendida en esta investigación.
En su lugar, los abogados del Il Cavaliere presentaron hoy en la Fiscalía de Nápoles una declaración escrita por Berlusconi, pero los fiscales aseguran "que esto no basta para evitar un cara a cara con los investigadores".
Uno de los fiscales del caso, Giovandomenico Lepore, explicó en una entrevista radiofónica que el documento que han depositado es "una nota defensiva" y que "aunque habrá que leer lo que está escrito, será necesario oír a la parte ofendida".
"Nosotros pensamos que hubo una extorsión y Berlusconi la niega, así que queremos saber más detalles. La nota defensiva no basta, porque es una versión unilateral. Es necesario hacerle preguntas y hay hechos específicos que necesitamos que aclare", agregó Lepore.
Lepore recordó que "ningún ciudadano puede negarse a ser interrogado por los magistrados. El mismo presidente de la república puede ser interrogado como testigo".
"No creo que el jefe de Gobierno quiera esquivar a los magistrados, pero la verdad es que hoy no se presentó", añadió.
Ahora los abogados de Berlusconi tendrán que comunicar a la Fiscalía de Nápoles la disponibilidad del mandatario.
Los medios de comunicación italianos explican que en el acto de citación de la Fiscalía de Nápoles se recuerda que en el caso de que no se acuda al interrogatorio el testigo tendrá que ser obligado a acudir ante los jueces.
En caso de que Berlusconi rechace presentarse, los fiscales tendrán que realizar una petición al Parlamento para que autorice el acompañamiento obligado del mandatario.
Los fiscales afirman que tienen pruebas de que el empresario Giampaolo Tarantini, quien se encargaba de llevar a chicas a las fiestas del mandatario, chantajeó a Berlusconi.
Tarantini, que se encuentra detenido junto a su mujer, siempre ha explicado en su defensa que los 500.000 euros que recibió del jefe del Gobierno eran un préstamo, mientras que la renta mensual de 20.000 euros que percibió hasta el pasado julio eran donaciones "espontáneas".
Sobre las sumas entregadas a Tarantini, Berlusconi ha explicado que se trataba de dinero para ayudar a una familia en apuros.
Por su parte, los investigadores afirman que los 500.000 euros pudieron servir para "convencer" al empresario para que pactara la condena en un caso en el que estaba imputado y evitar así que en un juicio oral salieran a la luz escuchas telefónicas con detalles comprometedores sobre las fiestas de Berlusconi.