Los misiles Standard SM-3 pueden lanzarse desde el mar o la tierra tienen incluso capacidad antisatélite.
APWASHINGTON.- Los gobiernos de Estados Unidos y Rumania firmaron hoy en Washington un acuerdo para instalar un escudo antimisiles en el país europeo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, felicitó a su par rumano, Traian Basescu, por el acuerdo, "que ejemplifica el compromiso del presidente de fortalecer a la OTAN y garantizar a los aliados las capacidades para enfrentar las amenazas del siglo XXI", indicó la Casa Blanca.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y su par rumano, Teodor Baconschi, firmaron el documento, que prevé que Estados Unidos estacione a partir de 2015 hasta 200 soldados e instale 24 interceptores de misiles Standard SM-3 en la localidad rumana de Deveselu.
"La proliferación de misiles balísticos que son más letales, más precisos, y que pueden cubrir distancias más grandes constituye una creciente amenaza para las personas y seguridad tanto de Europa como de Estados Unidos", dijo Clinton.
"Nuestros gobiernos trabajaron estrechamente juntos para elegir a la Base Aérea de Deveselu en Rumania para albergar un sistema de defensa balístico misilístico, y el acuerdo que acabamos de firmar colocará a Rumania como un actor central en la capacidad de defensa misilística que desarrolla la OTAN", añadió.
Según se indicó, el acuerdo es parte de la estrategia de Defensa contra potenciales ataques del este.
Papel en la OTAN
El plan había sido aprobado anteriormente por el gobierno de Rumania, que justificó su decisión aludiendo a su membresía en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La firma había sido muy cuestionada por el gobierno ruso, pero Rumania insistió en que el sistema de Defensa no estaba dirigido en contra de su poderoso vecino.
Rumania pasó a ser el nuevo emplazamiento de la estrategia tras haber quedado descartada la propuesta inicial, que centraba las operaciones en la República Checa.
Obama y Basescu también discutieron el papel de Rumania en la OTAN y el presidente estadounidense agradeció a ese país por su papel en la misión de la alianza en Afganistán.
Irritación rusa
Rusia, a través del ministerio de Asuntos Exteriores, insistió en que pide garantías de que el escudo no ha sido montado en contra suya.
"El acuerdo testimonia que EE.UU. está realizando sus planes antimisiles de manera muy rápida, lo que se añade a la falta de progreso en el diálogo entre Rusia, Estados Unidos y la OTAN acerca de estos escudos", señaló esa cartera en un comunicado.
La desconfianza rusa se centra, según analistas, en que pese a que se alega que dichas bases están dirigidas a prevenir ataques de misiles desde potenciales países hostiles en Asia, están demasiado cerca del territorio de su país.
La estrategia nuclear prescribe que lograr la posibilidad de contrarrestar la capacidad de respuesta del potencial enemigo ante un ataque preventivo -contando, como en este caso, con sistemas antimisiles que derriben sus cohetes nucleares- en la práctica anula la efectividad del arsenal nuclear del adversario.
Rusia todavía posee unas 10 mil ojivas nucleares y está embarcada en un ambicioso plan de modernización de sus capacidades militares en este ámbito.